Bruselas, 2 nov (EFE).- Los ciudadanos y empresas europeas podrán
beneficiarse desde hoy del área única de pagos en euros (SEPA, en
inglés), un sistema destinado a facilitar las operaciones bancarias
entre diferentes países de la UE, Islandia, Liechtenstein, Noruega y
Suiza.
Este nuevo esquema unifica las comisiones por pagos
transfronterizos en euros a través de transferencias electrónicas,
ingresos en cuenta, domiciliaciones bancarias, tarjeta de crédito o
débito o cualquier otro medio.
El SEPA es una iniciativa del sector bancario europeo, gestionada
a través del Consejo Europeo de Pagos (EPC) y con el apoyo del
Ejecutivo comunitario y del Banco Central Europeo (BCE).
El objetivo es que los ciudadanos del área puedan hacer estas
operaciones con la misma seguridad, sencillez y coste que en el
ámbito nacional, según la Comisión Europea (CE).
Los pagos directos están muy extendidos en los países de la
moneda única, pero hasta ahora no existía un sistema europeo común
que armonizara este tipo de operaciones entre diferentes estados.
El Ejecutivo comunitario considera que este nuevo sistema
promoverá la modernización del mercado de pagos, ya que hará más
fáciles el uso de internet y el teléfono móvil para esas
operaciones, así como las facturas electrónicas, por lo que animó al
sector bancario a impulsar su uso.
De este modo, las compañías dispondrán de métodos más eficientes
para cobrar facturas como las del agua, gas, electricidad o
servicios de telecomunicaciones.
El sistema ofrece "significativas ventajas para los clientes", y
en particular la posibilidad de utilizar una única tarjeta y cuenta
bancaria para los pagos directos y otras operaciones en 32 países,
según destacó el director del Consejo Europeo de Pagos, Gerard
Hartsink, en un comunicado.
El SEPA también ofrece "una ganancia de eficiencia para los
negocios y las administraciones públicas", y favorecerá "el comercio
transfronterizo dentro del mercado único".
Además, la armonización técnica y jurídica facilitará la
"desmaterialización" de los trámites bancarios, al potenciar el
reemplazo de los procedimientos en papel por los electrónicos,
subrayó el representante del sector bancario europeo.
Unos 4.500 bancos ofrecen ya servicios integrados en el SEPA,
según Hartinsk.
No obstante, las entidades bancarias contarán con tres años para
adaptarse a la medida, por lo que podrán seguir cobrando comisiones
en operaciones como el pago de una factura en otro país hasta
noviembre de 2012.
Los bancos que no pertenecen a la zona del euro tendrán hasta
noviembre de 2014 para adaptarse al nuevo sistema. EFE