Madrid, 14 may (EFE).- La desconfianza de los inversores en la
recuperación de la economía del Viejo Continente y en el plan de
ayuda aprobado por la Unión Europa el pasado fin de semana causó hoy
la mayor caída del año y desde octubre de 2008 a la bolsa española,
que cedió el 6,64 por ciento.
En Europa, mientras el euro bajaba a niveles de abril de 2006,
las pérdidas también fueron cuantiosas: Milán acababa con la mayor
caída del año con un descenso del 5,26 por ciento, mientras que el
índice Euro Stoxx (4,68%); París (4,65%); Londres (3,14%) y
Fráncfort (3,12%) registraban el segundo mayor descenso del
ejercicio.
La bajada de las bolsas, según expertos consultados por EFE,
obedece a que los inversores perciben que las medidas adoptadas por
los países europeos para ajustar el déficit público pueden limitar
el crecimiento.
Así se expresó el director de Atlas Capital, Álvaro Blasco, quien
además quitó crédito a uno de los rumores que circuló hoy y que
contribuyó a la bajada de la bolsa: la decisión del Banco Central
Europeo de dejar de comprar deuda italiana y española.
Blasco, al igual que el economista jefe de Intermoney, José
Carlos Díez, coincidieron en señalar que no se pueden cuestionar las
medidas aprobadas por la Unión Europea el pasado fin de semana y que
la caída puede ser fruto del nerviosismo y de la ejecución de
órdenes automáticas de venta.
Para Díez, los mercados están diciendo que no creen en el plan de
ayuda, por lo que los inversores compran bonos a largo plazo, sobre
todo alemanes, en previsión de un menor crecimiento e inflación por
la retirada de los planes de estímulo y venden acciones porque los
beneficios empresariales serán moderados.
Por estos y otros motivos, el euro, que en esta jornada pasó de
1,258 a 1,236 dólares, mínimo desde abril de 2006, fue el exponente
destacado de los problemas de los mercados en esta sesión, en la que
el miedo de los inversores elevó el precio de la onza de oro hasta
el máximo histórico de 1.249,40 dólares.
El euro bajaba afectado por rumores sobre el fin de la unión
monetaria europea y mientras la canciller alemana, Angela Merkel,
anunciaba más medidas de ajuste y el G-7 analizaba la situación
vivida en esta jornada.
En esta jornada se conocía que el Consejo de Ministros no
aprobaba el plan de ajuste anunciado el miércoles por motivos
técnicos.
El retroceso de la banca, por las nuevas exigencias de capital
que limitarán sus resultados, o la bajada del 2 por ciento de Wall
Street, a pesar de que mejoraban las ventas minoristas o la
producción industrial en los Estados Unidos el mes pasado,
aumentaron las pérdidas de la bolsa española al final de la sesión.
En cuanto a la evolución de la deuda, la compra de deuda germana
elevó el diferencial con los títulos nacionales por encima del punto
(1,1 puntos, frente a 0,99 de ayer), en tanto que la rentabilidad
del bono nacional creció tres centésimas, hasta el 3,95 por ciento,
al tiempo que los seguros para cubrir el impago de deuda soberana
(credit default swap o CDS) se encarecían cerca del 13 por ciento.
Por todo ello, el principal indicador del mercado nacional, el
Ibex-35, en el que bajaron todos los valores, perdió 662,80 puntos,
equivalentes al 6,64 por ciento, hasta 9.314,70 puntos. Las pérdidas
anuales crecen hasta el 21,99 por ciento, mientras que en la semana
sube el 2,97 por ciento.
La mayor caída del Ibex correspondió a Abengoa, el 9,53 por
ciento, seguida de los grandes bancos, Santander, Popular (8,60 por
ciento), y BBVA, mientras que ArcelorMittal perdió el 7,27 por
ciento, y Ferrovial, el 6,98 por ciento. Ebro Puleva registró la
menor bajada al perder el 1,27 por ciento. EFE