Ginebra, 19 may (EFE).- España ha caído desde el lugar 27 hasta
el puesto 32 en el índice para el fomento del comercio (ETI
-Enabling Trade Index-), que elabora anualmente el Foro Económico
Mundial (WEF) y que mide el alcance de las políticas que facilitan
la libre circulación de bienes entre fronteras.
Singapur, Hong Kong y Dinamarca encabezan esta clasificación, con
puntuaciones entre 6,06 y 5,41 sobre 7, mientras que España ha
obtenido 4,70 puntos, y ha sido adelantada por Chipre, Malasia,
Omán, Islandia e Israel.
Por apartados, España ocupa el puesto 102 en acceso a mercados
(3,72 puntos); el lugar 46 en entorno de negocios (4,64 puntos); el
29 en cuanto a administración aduanera (5,09 puntos), y el 17 en
infraestructuras de transporte y comunicaciones (5,34 puntos).
El sector en el que peor puntúa España, el acceso al mercado
nacional e internacional, mide el nivel de protección de los
mercados económicos, la calidad de su régimen comercial, y el nivel
de protección al que un país exportador se enfrenta en destinos a
los que se dirige.
En cuanto al apartado del entorno de negocios, el segundo peor en
la clasificación de España, abarca a la legislación -medidas
propicias para el comercio- y a la seguridad física -calculada por
el grado de violencia de un país y la fiabilidad de la policía-.
El mejor sector para España, la disponibilidad y calidad de la
infraestructura de transportes, incluye el número de aeropuertos por
habitante o el nivel ferroviario de mercancías.
Dentro de esta división, España cosecha el octavo puesto mundial
en cuanto a su interconexión portuaria, y el decimonoveno sobre la
cuota de carreteras pavimentadas, el 99 por ciento del total, según
precisa el informe.
Pero es en el apartado de disponibilidad y el uso de las
Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) donde
España obtiene su mejor registro, con un quinto puesto mundial en
cuanto a servicios gubernamentales a través de Internet.
El peor subsector de España es el del coste económico del
terrorismo, en cuyo índice ocupa el puesto 112 mundial.
Respecto a la administración aduanera, en la que España consigue
el puesto 29, cabe reseñar que su eficiencia está evaluada según la
percepción del sector privado.
También, de acuerdo con la eficiencia de los procedimientos de
importación y exportación, relativos al control o al número de días
y documentos requeridos para el comercio de bienes, y su coste
total, además de a la transparencia de la administración aduanera,
correspondiente al grado de corrupción en las fronteras y en el país
en general. EFE