Bruselas, 18 ene (EFE).- El Gobierno español respalda la idea de
reforzar el papel del Eurogrupo, el órgano informal de coordinación
entre los países del euro, "pero dentro de lo que contempla el
Tratado de Lisboa", ha puntualizado hoy la vicepresidenta segunda y
ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado.
Los ministros del Eurogrupo celebran hoy una reunión en la que
reelegirán como presidente al luxemburgués Jean-Claude Juncker,
quien basa su programa en la intención de estrechar la coordinación
y la vigilancia económica entre los miembros de la zona.
"El tratado reconoce la existencia del Eurogrupo. Nosotros
creemos que la unión monetaria ha sido muy positiva para los países
que formamos parte de ella y queremos que el Eurogrupo tenga un
mayor papel, pero dentro de lo que dice el tratado", ha comentado
Salgado, a su llegada a la sede de la reunión.
En una carta dirigida a los ministros de la zona del euro en la
que detalla sus prioridades para el nuevo mandato, Juncker destaca
la importancia creciente que ha adquirido el Eurogrupo.
El nuevo tratado reconoce por primera vez la existencia de este
órgano, aunque todavía como foro informal cuyas decisiones deben ser
oficializadas por el Ecofin, esto es, por los 27 ministros de
Finanzas de la UE, incluidos los que no han adoptado la moneda
única.
Juncker recuerda que, en el ámbito específico de la coordinación
de la política presupuestaria, el "foco del debate se dirigirá
todavía más claramente hacia el Eurogrupo", dado que el nuevo
tratado estipula que sólo los miembros de la Eurozona estarán
autorizados a votar en los procedimientos por déficit excesivo que
se incoen contra alguno de ellos.
Además, propone ampliar el papel del grupo en lo que respecta a
la coordinación de las políticas económicas en general.
"Debemos realizar un ejercicio formal similar a la revisión
presupuestario a medio plazo y los intereses específicos que
compartimos deberían verse reflejados claramente en el capítulo de
las orientaciones macroeconómicas dedicado a la Eurozona", afirma.
Añade que, cuando las políticas de un Estado de la zona no sean
consistentes con las orientaciones europeas o pongan en peligro el
correcto funcionamiento de la unión económica y monetaria, "la
Comisión Europea no debería dudar" en dirigir una "advertencia" al
estado miembro concernido.
Después de la advertencia, "el Eurogrupo debería mantener una
discusión franca con dicho estado a fin de asegurar que toma medidas
efectivas".
Juncker propugna igualmente una "representación unificada" de la
Eurozona en las instituciones financieras internacionales y reclama
"acceso a un secretariado" específico para poder preparar
debidamente las contribuciones cada vez más importantes de los
Dieciséis.
Francia ha defendido tradicionalmente la necesidad de un
auténtico "gobierno económico del euro", pero la idea no es vista
con buenos ojos en Berlín, que teme pueda ir en detrimento de la
independencia del Banco Central Europeo (BCE).
Las propuestas del primer ministro luxemburgués no llegan al
extremo propugnado por París.
En su carta, Juncker no hace mención, por ejemplo, a la propuesta
del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de celebrar periódicamente
cumbres de jefes de estado o gobierno de los países miembros de la
Eurozona. EFE