Moscú, 24 nov (EFE).- Estonia aseguró hoy que no pondrá más pegas
al tendido del Gasoducto de Europa del Norte, el mayor del
continente, después de que varios países de la región hayan dado ya
su visto bueno al proyecto ruso.
"A día de hoy, Finlandia, Suecia, Dinamarca y otros países ya han
tomado una decisión. La autorización para el comienzo del trabajo
está dada y el trabajo se iniciará en breve", señaló Urmas Paet,
ministro de Exteriores estonio, a la agencia rusa Interfax.
Por ello, añadió, "protestar contra esos Estados en estos
momentos es muy difícil y, ahora, lo importante es intentar reducir
los posibles riesgos para el medioambiente".
Paet reconoció que la justicia finlandesa rechazó la querella
presentada por las autoridades estonias, que consideran que el
gasoducto pone en riesgo la seguridad del mar Báltico.
"Ahora, nos encontramos en una etapa en la que, en cooperación
con otros países bálticos, debemos observar muy detenidamente que se
cumplan todas las exigencias de seguridad y que los posibles riesgos
para el entorno sean minimizados", dijo.
En los próximos días comenzarán los trabajos de retirada de las
bombas y minas que se encuentran en el fondo del mar Báltico en
aguas de Suecia, Finlandia y Rusia.
Desde el anuncio del proyecto las tres repúblicas bálticas y
Polonia abogaron porque el gasoducto transcurriera por tierra y no
por el fondo del Báltico.
El lecho marino del mar Báltico acoge desde la II Guerra Mundial
un gran número de armas químicas que, en caso de explotar, podrían
causar una catástrofe ecológica de consecuencias irreversibles para
la región, aducen.
Por esa razón, a finales de 2007 el director técnico de Nord
Stream, Dirk von Ameln, anunció que el gasoducto eludiría Estonia y
pasaría por aguas finlandesas, pero las críticas bálticas no
remitieron.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, criticó recientemente el
proyecto por marginar a Polonia y a otros países del tránsito de
hidrocarburos.
El tramo terrestre del gasoducto, de 917 kilómetros de largo,
enlaza las ciudades rusas de Griazovets y Viborg (costa báltica),
mientras el submarino, que tiene un ramal hasta Suecia, cruzará el
Báltico hasta llegar al puerto alemán de Greifswald, tras recorrer
1.198 kilómetros.
Este tramo marítimo proseguirá después por tierra hasta Holanda y
cruzará el Canal de La Mancha para abastecer con gas ruso al Reino
Unido.
La capacidad inicial de este conducto es de 27.500 millones de
metros cúbicos de gas natural anuales.
El NEGP permitirá a Rusia suministrar gas directamente a Europa
sin depender para el tránsito de países como Ucrania, Polonia,
Letonia, Lituania y Estonia, con los que Moscú mantiene relaciones
tirantes.
Nord Stream AG, empresa con sede en Estocolmo, está integrada por
Gazprom (51%), monopolista del sector del gas en Rusia, las alemanas
E.ON Ruhrgas y BASF, con un 20 por ciento cada una, y la holandesa
Gasunie con un 9 por ciento.EFE