Washington, 10 may (EFE).- El gigante hipotecario Fannie Mae
registró una pérdida de 11.500 millones de dólares en el primer
trimestre de este año y anunció que pedirá al Gobierno federal 8.400
millones para no entrar en bancarrota.
Como avales o dueñas de los préstamos las empresas Fannie Mae y
Freddie Mac, ambas controladas por el Gobierno, constituyen el eje
central del mercado hipotecario de Estados Unidos y el Gobierno del
presidente Barack Obama ha prometido que acudirá en su ayuda.
Fannie Mae registró una pérdida de 15.200 millones de dólares en
el primer trimestre del año pasado.
Fuentes de la industria indicaron que la persistencia de cifras
negativas revela que el mercado hipotecario del país no se ha
recuperado todavía de la reciente crisis.
Esa crisis en el mercado inmobiliario que se transmitió a todas
las esferas de la economía estalló hace dos años cuando muchos de
los que lograron préstamos hipotecarios no pudieron pagarlos.
Sin embargo, la agencia de crédito Transunion informó hoy que
durante el primer trimestre se registró una pequeña reducción en el
número de ejecuciones hipotecarias por falta de pago.
Fuentes de Fannie Mae indicaron que continuarán reestructurando
las hipotecas de clientes que tienen dificultades para hacer sus
pagos mensuales y financiando nuevos préstamos.
Sin embargo, indicaron que tendrán especial cuidado de no
permitir que ingresen en ese tipo de operaciones clientes que no
estén en capacidad de reembolsar los créditos.
"La promoción de la propiedad sostenible y el acceso a la
liquides son principios que nos guían en el mercado hipotecario
residencial", dijo en una declaración Michael Williams, director
ejecutivo de Fannie Mae..
"Hemos logrado un equilibrio adecuado al proporcionar liquidez al
tiempo que aplicamos las lecciones del reciente ciclo crediticio",
añadió. EFE