Roma, 23 jun EFE).- Los mercados de futuros de productos básicos
deberían contar con algún tipo de regulación, pero esta intervención
debe ser realizada con cautela y alejarse de una limitación estricta
o su simple prohibición, señala en una nota la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
En un Informe de Política publicado hoy, la FAO asegura que el
alza mundial de los precios alimentarios experimentado hace dos años
"pudo verse amplificado por la especulación en los mercados de
futuros organizados. Sin embargo, limitar o prohibir los mercados
especulativos puede traer más inconvenientes que ventajas".
Mientras que la especulación en los mercados de futuros podría
haber afectado a los precios únicamente a corto plazo, los esfuerzos
para reducir esta especulación pueden tener consecuencias indeseadas
a largo plazo, según el informe.
Cualquier tipo de limitación podría "alejar a los especuladores
del mercado y esto disminuiría la liquidez disponible en el mercado
para su cobertura", agrega.
Los contratos de futuros conllevan la obligación formal de vender
o comprar una cantidad determinada de productos básicos en un
momento y precio específicos, refiere.
Por tanto, suponen para los agricultores y los comerciantes un
instrumento importante de defensa o "cobertura" frente a las
fluctuaciones de los precios.
Sin embargo, solamente el 2 por ciento de los contratos de
futuros finaliza realmente con la entrega de la mercancía física, ya
que en general suelen negociarse antes de su fecha de caducidad.
Por eso mismo, este tipo de contratos -u obligaciones- atraen
cada vez a un número creciente de especuladores financieros e
inversores, ya que sus beneficios pueden ser más atractivos en
relación a cómo se comportan los de acciones y bonos.
Los grandes fondos de productos básicos suponen hoy un 25-35 por
ciento de todos los contratos de futuros agrícolas y, junto a otros
inversores, se han convertido en una importante fuente de liquidez
para el mercado.
Sin embargo, los mecanismos para intervenir en los mercados de
futuros si los precios suben demasiado podrían alejar a los
especuladores y esto disminuiría la liquidez disponible en el
mercado para garantizar su cobertura.
El documento indica por tanto que "las propuestas para crear un
fondo internacional de reacción a los aumentos de los precios en los
mercados de futuros podrían no ser una solución óptima".
"Es más, este fondo necesitaría una cantidad desorbitada de
recursos para poder contrarrestar de forma efectiva la
especulación", se añade.
En cambio, las medidas de regulación deberían estar encaminadas
principalmente a aumentar la confianza en el buen funcionamiento del
mercado.
Según el informe, esto se puede conseguir aumentando la
transparencia y la cantidad de información disponible sobre el
mercado de futuros.
Otra forma sería investigar detalladamente cualquier caso de
comportamiento sospechoso, como ya hace el organismo supervisor de
EEUU para el mercado de futuros.
"Los mercados de futuros de productos básicos se han convertido
en una parte integral de los mercados alimentarios y desempeñan un
papel importante para muchos de los que participan en ellos. Una
regulación adecuada debería mejorar -y no prohibir- el mercado
especulativo para potenciar su rendimiento", concluye el informe.
EFE