Alberto Cabezas
Guadalajara (México), 2 mar (EFE).- La Organización de Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) sostiene que
actualmente hay suficientes recursos para abatir el hambre pero
falta algo más de voluntad política y los medios económicos y
presupuestarios para hacer que ese objetivo sea una realidad.
"Hoy tenemos la tecnología y el conocimiento para producir más en
el mundo en desarrollo. Pero lo que falta es una combinación de
medios (económicos) y de voluntad política", dijo a Efe Modibo
Traore, director general adjunto de la FAO.
De visita a México para participar en un seminario sobre
biotecnología y agricultura, que trata de hacer más accesible la
primera a los países en desarrollo, Traore reconoció que hoy "más
líderes están preocupados de la inseguridad alimentaria" pero "la
mayoría de ellos no apoyan este compromiso con presupuestos o
financiación en sus países".
En el caso de África, recuerda que en 2003 52 Gobiernos de ese
continente se comprometieron a elevar al 10% el porcentaje del
Producto Interior Bruto (PIB) dedicado a la agricultura, un nivel
que menos de 10 han alcanzado a fecha de hoy.
La visión personal del funcionario africano de la ONU es que el
Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) de recortar a la mitad el
hambre en 2015 respecto a los niveles de 2000 no se alcanzará porque
la inversión en agricultura no se está dando.
"Tenemos muchas promesas de los países más y menos desarrollados
(...) pero hay que materializar todo con el envío concreto de fondos
para apoyar la agricultura y su desarrollo", aseguró.
Incluso, el representante de la FAO afirma que la crisis
alimentaria que se dio en 2008 aún persiste porque las causas que la
provocaron siguen intactas.
Estas son que no hay una mayor disponibilidad de alimentos para
la gente ni se ha conseguido que los excedentes de cosechas que
existen lleguen a quienes verdaderamente los necesitan.
"Estos dos parámetros siguen ahí. Por tanto es prematuro decir
que la crisis ha pasado", señala Traore.
En la lucha contra la pobreza sostiene que es clave "movilizar
recursos adicionales para la agricultura", "asegurar la producción
de los pequeños productores" y "darles los medios para producir
más".
Preguntado sobre si para este propósito es necesario que haya una
segunda "Revolución Verde", cree que hablar de biotecnología y otros
avances aplicados a la agricultura "es ya una revolución".
Lo importante ahora es poner los recursos necesarios a
disposición de "los pequeños productores en los países en
desarrollo", un grupo que se cuenta entre los más pobres del
planeta.
Traore defiende que esta batalla contra la malnutrición no
depende de "muy altas tecnologías" sino más bien de técnicas
sencillas como la mejora de semillas, no necesariamente la
introducción de organismos transgénicos.
Recuerda que una semilla mejorada puede proporcionar rendimientos
a los cultivos un 30% superiores a los que no las utilizan, lo que
sumado a fertilizantes llega a redundar en aumentos del doble o
triple en productividad de una cosecha.
Lejos de creer que la solución vendrá de fuera, cree que la labor
más importante la deben hacer los propios países pobres, y lo
explica con una historia tradicional de Malí, su país.
"Allí si tienes un león y quieres pedir a los amigos que vengan a
ayudarte porque se ha vuelto loco, tú debes ser quien lo agarre por
la cabeza, no por el rabo. Los demás llegarán y te ayudarán. Esto es
exactamente lo que sucederá" en la lucha contra el hambre, vaticina.
"Cuando empecemos a trabajar en nuestros países en seguridad
alimentaria estoy seguro de que conseguiremos la asistencia y el
apoyo de ellos que nos quieran ayudar. Antes de eso, será muy
difícil", concluye. EFE
act/asc/eat