París, 12 jun (EFE).- El primer ministro francés, François
Fillon, indicó hoy que para cumplir el compromiso de reducir el
déficit al 3% del Producto Interior Bruto (PIB) según las reglas
europeas, habrá que disminuir el gasto público en 45.000 millones de
euros hasta el año 2013.
"Nos hemos comprometido a reducir de aquí a 2013 nuestro déficit
del 8% (del PIB) al 3% y todos nuestros esfuerzos se van a
concentrar en esa prioridad", señaló Fillon en un discurso ante
militantes de su partido, la conservadora Unión por una Mayoría
Popular (UMP).
Precisó que ese recorte representa 100.000 millones de euros, la
mitad de los cuales se conseguirán por un aumento de los ingresos y
la otra mitad por una limitación del gasto.
De estos últimos 50.000 millones de euros, 45.000 millones
vendrán por una menor dotación de los presupuestos de las
administraciones públicas, y los otros 5.000 millones por la
supresión de algunas exenciones fiscales.
En cuanto a la recaudación, el jefe del Gobierno dijo que espera
que con el fin de la crisis, "a medida que vuelva el crecimiento, en
las cajas entrarán de nuevo 35.000 millones de euros que se habían
perdido con carácter "coyuntural".
Por último, 15.000 millones de euros corresponderán al fin de las
medidas que se activaron para hacer frente a la crisis y que "no
tienen naturalmente vocación a durar más allá de este periodo de
relanzamiento".
Francia tuvo el pasado año un déficit del 7,5% del PIB y el
Gobierno espera que este año llegue a un pico del 8%, antes de
proceder a una severo recorte hasta el 6% en 2011, el 4,6% en 2012 y
en 2013 el 3%, que era el tope fijado en el Pacto de Estabilidad de
la UE.
Por lo que respecta a la deuda pública, que fue del 78,1% del PIB
el pasado ejercicio, la previsión es que toque techo en 2012 con el
87,1% antes de iniciar un descenso en 2013 al 86,6%.
Fillon no dio detalles sobre el contenido de la reforma del
sistema de pensiones, que se dará a conocer el martes o el miércoles
próximo, y cuyo principal punto será la elevación de la edad de
jubilación, que ahora es de 60 años con carácter voluntario.
El primer ministro se centró en atacar a la oposición de
izquierdas, y así reprochó al Partido Socialista que "desde hace
veinte años multiplica los consejos y las críticas sobre el futuro
de las pensiones, pero somos nosotros los que tomamos las decisiones
difíciles".
"Sería cobarde de nuestra parte decir a los franceses que se
puede garantizar su pensión sin prolongar el periodo de actividad y
sin tocar la edad legal (de jubilación) y el símbolo de los 60
años", indicó.
"Le Figaro" afirmó hoy que el Gobierno ha abandonado la idea de
crear un impuesto para financiar las pensiones que grabe a quienes
tengan ingresos mensuales superiores a los 11.000 euros mensuales, y
que sigue buscando una alternativa diferente pero siempre con la
idea de que al menos simbólicamente los más ricos tienen que
contribuir.
El recorte del gasto público y la reforma de las pensiones son
dos bazas que tiene previsto llevar el presidente francés, Nicolas
Sarkozy, a su encuentro el próximo lunes con la canciller alemana,
Angela Merkel, entrevista que fue suspendida la semana pasada en
medio de rumores sobre las desavenencias franco-alemanas. EFE