Teresa Bouza
Washington, 30 sep (EFE).- Los programas de austeridad fiscal que
este miércoles motivaron la salida a las calles a decenas de miles
de europeos y que se prevé lleguen a casi todos los países avanzados
amenazan con ser muy dolorosos, dijo hoy el Fondo Monetario
Internacional (FMI).
El organismo, que divulgó este jueves los capítulos analíticos de
su informe "Perspectivas Económicas Globales", señaló que a largo
plazo la austeridad suele ser positiva, pero advirtió que los
efectos negativos a corto plazo aumentan cuando los planes de
austeridad se abordan por muchos países al unísono como ocurre en la
actualidad.
En ese sentido, el economista del FMI Daniel Leigh recordó hoy en
rueda de prensa que la deuda pública está en los niveles más altos
en 50 años y advirtió que "el dolor" podría ser el doble que el
experimentado en el pasado.
La reducción de gastos también es más dura, según el FMI, cuando
se produce en el contexto de una unión monetaria como Europa, ya que
el margen para una caída en el valor de la divisa es "reducido".
El informe, que analiza el impacto de los programas de austeridad
en las economías avanzadas durante las últimas tres décadas, destaca
que la idea de que la consolidación fiscal impulsa el crecimiento a
corto plazo no tiene fundamento.
Lejos de eso, suele contraer la actividad económica a corto
plazo, al reducir la producción y aumentar el desempleo.
Un recorte presupuestario equivalente al uno por ciento del
producto interior bruto (PIB) suele reducir la demanda doméstica
alrededor del uno por ciento y aumentar el desempleo en 0,3 puntos
porcentuales, dice el análisis.
Ese aterrizaje forzoso tiende a verse suavizado por el incremento
en las exportaciones netas que se produce en los tiempos de vacas
flacas, lo que en términos históricos ha tendido a limitar el
impacto en el PIB a una caída del 0,5 por ciento.
Pero la actual coyuntura no deja espacio a ese efecto benéfico.
El Fondo explica que la caída en el valor real de las divisas
nacionales juega un importante papel amortiguador al impulsar las
exportaciones netas y es generalmente fruto de la depreciación
nominal o la devaluación de las divisas.
Pero con el mundo avanzado embarcado en masa en el crucero de la
austeridad "no todos los países pueden tener depreciaciones reales y
aumentar sus exportaciones al mismo tiempo".
Con esa coyuntura el FMI lanzó una advertencia clara a los
navegantes: "la consolidación fiscal simultánea por muchos países
será probablemente particularmente costosa".
El cúmulo de desgracias no acaba ahí.
Y es que la consolidación fiscal también suele ser más negativa a
corto plazo cuando, como ocurre en estos momentos en países como
EE.UU., los tipos de interés están en niveles próximos a cero y los
bancos centrales tienen poco margen para ofrecer estímulo monetario.
Pese a todo, el Fondo considera necesario pasar por el aro de la
austeridad.
Menciona que en el actual ambiente global en el que los mercados
denotan una notable falta de tolerancia con los déficit fiscales y
la deuda pública el no realizar ajustes "podría tener un impacto
negativo sobre el crecimiento".
Por lo demás el Fondo observó también en su análisis histórico
que los recortes del déficit que se basan en ajustes del gasto
contraen menos la actividad económica que aquellos que se basan en
incrementos de los impuestos.
Eso obedecería a que los bancos centrales suelen ofrecer menos
estímulo monetario durante los planes basados en ajustes tributarios
sobre todo cuando estos implican un incremento de los impuestos
indirectos, lo que presiona al alza la inflación.
La situación, insistió el FMI, subraya que la austeridad será
probablemente más dolorosa sin el respaldo del recorte de tipos.
Pese a las advertencias, el Fondo señaló que la austeridad fiscal
rinde beneficios a largo plazo.
En concreto, unos niveles menores de deuda reducen los tipos
reales de interés lo que estimula la inversión privada. Además,
reduce la carga de los pagos de intereses de la deuda, lo que deja
espacio para recortes en los impuestos.
Ambos factores incrementan la inversión y la producción a largo
plazo.
Para finalizar, el FMI recomendó medidas como el fortalecimiento
de las instituciones y la reforma de los sistemas de pensiones y de
salud para mejorar la credibilidad del proceso de austeridad y
reducir sus efectos adversos.
"En la medida en que esas medidas aumenten la confianza de los
negocios y los hogares y las expectativas sobre los ingresos
futuros, pueden ayudar a respaldar la actividad durante el proceso
de ajuste fiscal", concluyó la entidad. EFE