Bruselas, 30 nov (EFE).- La eurozona no tiene ningún "plan B" para Grecia si la recompra de deuda por parte de ese país no logra la suficiente aceptación por parte de los acreedores privados, pero confía en que el proceso concluya con el resultado esperado, indicó hoy una fuente europea.
"No, no hay ningún plan B", dijo la fuente, que agrego que, si fracasa el programa, del que se conocerán probablemente el próximo lunes los detalles, como la horquilla del precio y el calendario, los ministros de Finanzas de la eurozona "tendrán que volver a reunirse" porque entonces las proyecciones en las que se basan los cálculos del plan "ya no serán completamente válidas".
Eso obligará al Eurogrupo a hacer "una completa revaluación" del programa de rescate, agregó.
Si el resultado de la recompra de deuda a un descuento considerable por parte de Grecia se queda sustancialmente por debajo de las expectativas, el rescate y Grecia se encontrarán "en una situación muy, muy complicada", admitió la fuente.
No obstante, se mostró "confiado en que la recompra de bonos procederá según lo previsto".
El pasado día 28, un día después de que el Eurogrupo acordara una nueva fórmula del rescate griego y un próximo tramo de 43.700 millones de euros.
Los ministros de Finanzas de la eurozona conocerán el lunes en su reunión del Eurogrupo los detalles del programa de recompra, de cuyo éxito depende también la participación del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el rescate griego.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, aseguró tras el último Eurogrupo que sólo una vez se especifique y se conozca el resultado de la recompra de deuda por parte de Grecia estará dispuesta a recomendar al consejo de la institución la continuación del rescate griego.
La fuente europea dijo que el resultado de la recompra de deuda se conocerá previsiblemente a mediados de diciembre.
Negó por otro lado que el FMI vaya a salirse del rescate griego -al que aporta un tercio de los fondos- si el programa de recompra de deuda no obtiene la aceptación esperada.
El FMI, si bien ha defendido sus intereses más allá de lo que hubiera gustado a algunos, "ha tenido en cuenta los intereses de Grecia", afirmó.
Entre las medidas acordadas el pasado martes figura flexibilizar la reducción del nivel de deuda, que tendrá que ser reducido por Atenas hasta el 124 % en 2020 frente al 120 % anteriormente establecido, lo que supone reducir la carga de la deuda griega en unos 40.000 millones de euros.
No obstante, Grecia tendrá que tener una deuda "sustancialmente" inferior al 110 % del PIB en 2022.
Para rebajar la deuda, la eurozona acordó recortar de nuevo los tipos de interés de los préstamos bilaterales concedidos a Grecia, al reducirlos en 100 puntos básicos -hasta 50 puntos-.
Además se bajarán en 10 puntos básicos las comisiones que Grecia paga al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) por los préstamos y se ofrece a Atenas una moratoria de 10 años en el pago de intereses al fondo temporal de rescate.
Por último se amplía el vencimiento de los préstamos bilaterales y de los créditos del FEEF en 15 años, se financiará un programa de recompra de deuda por parte de Grecia y los Estados miembros de la eurozona traspasarán al país las ganancias que han sacado los bancos centrales nacionales de los bonos griegos que tienen en sus carteras desde 2010, a raíz del programa de compra de deuda del BCE.
Dado que Portugal e Irlanda no tendrán que participar en la rebaja de los intereses ni tampoco transferir las ganancias de sus bancos nacionales sobre los bonos griegos, al estar ya bajo un programa de rescate, las demás medidas que se han acordado para Grecia no se aplicarán a estos dos países, señaló la fuente.
El Eurogrupo también analizará el futuro rescate a Chipre, si bien no tomará ninguna decisión, a la espera de que se publiquen, a finales de la próxima semana o a principios de la siguiente, los resultados de la auditoría de la banca para recapitalizarla. EFE