Jesús Sanchis Moscardó
Quito, 30 nov (EFE).- Ecuador quiere convertirse en una potencia turística y cuenta para ello con los elementos básicos necesarios, como su espectacular patrimonio histórico y natural y sus servicios turísticos, pero deberá mejorar sus infraestructuras y su conectividad aérea para lograr un verdadero "despegue".
El Gobierno ecuatoriano lo sabe y está volcado en esta tarea, para lo que ha otorgado al turismo la condición de sector estratégico dentro de su política de cambio de la matriz productiva, con la que pretende diversificar la economía del país y hacerla menos dependiente de la extracción de materias primas.
Por eso ha anunciado que aumentará de 40 a 150 millones de dólares su presupuesto, sin incluir las inversiones en infraestructuras, que entre 2009 y 2012 llegaron a 220 millones de dólares solo en la mejora y construcción de aeropuertos y la navegación aérea.
Además, lleva a cabo esfuerzos en vialidad, puertos y centrales hidroeléctricas, entre otras infraestructuras que, aunque no tienen conexión directa con el turismo, benefician al desarrollo del país y suponen también un factor de atracción de la inversión turística privada y de los visitantes.
El esfuerzo en este ámbito es necesario, según el doctor en Turismo y decano de posgrados de la Universidad de Las Américas (UDLA), Giuseppe Marzano, porque favorece indirectamente al turismo.
"Si Ecuador no tuviera dos buenos aeropuertos, como los de Quito y Guayaquil, perdería competitividad. Si logro disminuir el tiempo de llegada de Quito a la Amazonía beneficio a la industria petrolera, pero no es malo, porque la carretera es compartida" y ello potencia el turismo, dijo a Efe.
El país andino prevé recibir 1,3 millones de turistas en este año, lo que todavía le sitúa lejos de las cifras punteras alcanzadas en 2012 por Brasil, con 5,67 millones; Argentina (5,6 millones); Chile (3,55 millones) e incluso Perú y Uruguay, ambos con unos 2,84 millones de visitantes, según datos de la Conferencia de Hoteles e Inversión Turística en Suramérica (SAHIC, en inglés).
Ese organismo, en todo caso, señala como un país de expansión turística a Ecuador que, no en vano, ha recibido importantes distinciones en los últimos meses, como la de mejor destino de turismo y vida silvestre del mundo, otorgada por los touroperadores turísticos británicos o la de ser uno de los mejores lugares para visitar en 2014, de la revista National Geographic Traveller.
La ampliación de mercados será también determinante y, por ejemplo, Ecuador se ha fijado en uno de sus socios estratégicos, China, con el objetivo de multiplicar por ocho en cuatro años la llegada de visitantes, en la actualidad unos 13.000.
Para ello ha firmado un acuerdo con ese país para llegar a catorce frecuencias aéreas semanales que enlacen China con Ecuador con diferentes rutas y aerolíneas.
Precisamente en la conectividad aérea puede residir otra de las claves del éxito, ya que difícilmente se puede impulsar el flujo turístico de un país sin suficientes vuelos.
"Necesitamos que Ecuador tenga más vuelos con el resto del mundo. La conectividad es la puerta de entrada", aseveró Marzano. EFE
Quito, 30 nov (EFE).- Ecuador quiere convertirse en una potencia turística y cuenta para ello con los elementos básicos necesarios, como su espectacular patrimonio histórico y natural y sus servicios turísticos, pero deberá mejorar sus infraestructuras y su conectividad aérea para lograr un verdadero "despegue".
El Gobierno ecuatoriano lo sabe y está volcado en esta tarea, para lo que ha otorgado al turismo la condición de sector estratégico dentro de su política de cambio de la matriz productiva, con la que pretende diversificar la economía del país y hacerla menos dependiente de la extracción de materias primas.
Por eso ha anunciado que aumentará de 40 a 150 millones de dólares su presupuesto, sin incluir las inversiones en infraestructuras, que entre 2009 y 2012 llegaron a 220 millones de dólares solo en la mejora y construcción de aeropuertos y la navegación aérea.
Además, lleva a cabo esfuerzos en vialidad, puertos y centrales hidroeléctricas, entre otras infraestructuras que, aunque no tienen conexión directa con el turismo, benefician al desarrollo del país y suponen también un factor de atracción de la inversión turística privada y de los visitantes.
El esfuerzo en este ámbito es necesario, según el doctor en Turismo y decano de posgrados de la Universidad de Las Américas (UDLA), Giuseppe Marzano, porque favorece indirectamente al turismo.
"Si Ecuador no tuviera dos buenos aeropuertos, como los de Quito y Guayaquil, perdería competitividad. Si logro disminuir el tiempo de llegada de Quito a la Amazonía beneficio a la industria petrolera, pero no es malo, porque la carretera es compartida" y ello potencia el turismo, dijo a Efe.
El país andino prevé recibir 1,3 millones de turistas en este año, lo que todavía le sitúa lejos de las cifras punteras alcanzadas en 2012 por Brasil, con 5,67 millones; Argentina (5,6 millones); Chile (3,55 millones) e incluso Perú y Uruguay, ambos con unos 2,84 millones de visitantes, según datos de la Conferencia de Hoteles e Inversión Turística en Suramérica (SAHIC, en inglés).
Ese organismo, en todo caso, señala como un país de expansión turística a Ecuador que, no en vano, ha recibido importantes distinciones en los últimos meses, como la de mejor destino de turismo y vida silvestre del mundo, otorgada por los touroperadores turísticos británicos o la de ser uno de los mejores lugares para visitar en 2014, de la revista National Geographic Traveller.
La ampliación de mercados será también determinante y, por ejemplo, Ecuador se ha fijado en uno de sus socios estratégicos, China, con el objetivo de multiplicar por ocho en cuatro años la llegada de visitantes, en la actualidad unos 13.000.
Para ello ha firmado un acuerdo con ese país para llegar a catorce frecuencias aéreas semanales que enlacen China con Ecuador con diferentes rutas y aerolíneas.
Precisamente en la conectividad aérea puede residir otra de las claves del éxito, ya que difícilmente se puede impulsar el flujo turístico de un país sin suficientes vuelos.
"Necesitamos que Ecuador tenga más vuelos con el resto del mundo. La conectividad es la puerta de entrada", aseveró Marzano. EFE