Francisco ha llegado a una Colombia dividida, polarizada, llena de cicatrices. Los contrarios al acuerdo de paz denuncian que el Gobierno de Juan Manuel Santos quiere utilizar al papa para respaldar su postura. Una politización que no gusta nada al padre Darío Echeverri, miembro de la Comisión de Conciliación Nacional, que ha pasado más de dos décadas buscando una salida al conflicto armado.