Castries, 12 mar (EFE).- El presidente del Banco Mundial, Robert
Zoellick, advirtió hoy en la reunión de la Comunidad del Caribe
(Caricom), que se celebra en Dominica, que la recuperación económica
de los países del Caribe afronta duros desafíos y dificultades,
entre ellos la alta tasa de desempleo.
Zoellick apuntó en una rueda de prensa en Roseau, capital de
Dominica, que el índice de paro permanecerá probablemente muy alto,
sin precisar cifras, aunque señaló que la "buena noticia" es que los
países avanzan en la recuperación de la crisis económica global.
Agregó que esta mejoría "no es tan fuerte como la gente esperaba"
como consecuencia de la lentitud en la salida de la crisis de países
como Estados Unidos, lo que afecta al crecimiento de las naciones
caribeñas.
La tasa de desempleo en todo el mundo "tendrá un fuerte impacto
negativo en varias instituciones financieras y limitará su capacidad
para el crédito", precisó.
Explicó que el Banco Mundial, como institución financiera, ha
procurado apoyar a los países en desarrollo, pero reconoce también
que "éstos ahora se han convertido en una fuente de demanda y
crecimiento en el mundo".
Se refirió explícitamente a la crisis económica para explicar que
el Banco Mundial ha destinado alrededor de 90.000 millones de
dólares para el sector financiero privado.
En ese contexto, Zoellick expresó la disposición del Banco
Mundial a estudiar las deudas de los diferentes países que integran
el Caricom para elaborar planes apropiados para ayudarles a afrontar
ese problema.
Las deudas contraídas por los quince países que conforman el
Caricom superan los 40.000 millones de dólares, aunque la estructura
de ésta es muy variada dependiendo de cada nación, según el primer
ministro de Guayana, Bharrat Jagdeo.
Los jefes de Gobierno del Caricom confían en que el Banco Mundial
desempeñe un papel importante en la situación de crisis que vive la
región y les ayude a reducir el peso de sus obligaciones
financieras.
Según el Banco Caribeño de Desarrollo, el país más endeudado en
la región es Jamaica, con una deuda pública total en 2007 (el último
año del que se tienen cifras) de 14.200 millones de dólares, de los
que 6.000 millones se deben al exterior.
La de Trinidad y Tobago en 2008 se situó en los 3.900 millones de
dólares, mientras que Bahamas presentó en ese mismo año una de 4.000
millones y Barbados de 3.000 millones.
Guayana reflejó en 2008 una deuda pública total de unos 1.000
millones de dólares y Belice de 1.100 millones de dólares.
Las cifras del resto de los países se encuentran por debajo de
los mil millones de dólares, salvo en el caso de Haití, que por su
peculiar situación tras el devastador terremoto de enero es un caso
especial.
Los países del Caricom respondieron a Zoellick que la puesta en
marcha por parte del Banco Mundial de un plan para aliviar sus
deudas es urgente y esencial para impulsar el crecimiento económico.
Crecimiento ralentizado por el impacto más duradero del previsto
de la crisis financiera global y otros problemas añadidos como la
repercusión de la sequía en la zona.
En cuanto a los fondos de ayuda a Haití, el presidente del Banco
Mundial indicó que esta institución empleó fondos de emergencia y
destinó cien millones de dólares para ayudar a la nación caribeña.
Zoellick acogió positivamente la propuesta del Caricom para que
el banco ayude a coordinar los fondos de ayuda a Haití para evitar
que la asistencia sea mal utilizada.
Por otro lado, el ex primer ministro de Jamaica Percival J.
Patterson comenzó el jueves sus funciones como representante
especial del Caricom para Haití.
El nombramiento de Patterson fue ratificado por el presidente
haitiano, René Préval, y entre sus funciones figura su compromiso
como defensor de Haití ante la comunidad internacional. EFE