Naciones Unidas, 24 jun (EFE).- América Latina apuesta por una
"profunda reforma" de la arquitectura financiera internacional que
oriente su actividad hacia la lucha contra la pobreza, dijo hoy el
secretario de Desarrollo Social de México, Ernesto Cordero, en la
cumbre sobre la crisis económica de la ONU.
En una intervención en nombre del Grupo de Río, Cordero calificó
de "imprescindible" aumentar la presencia y participación de los
países en desarrollo en las instituciones financieras
multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En ese sentido, resaltó la opinión de los 23 países de América
Latina y el Caribe que conforman este grupo regional de que los
titulares de dichos organismos deben ser elegidos en función de
criterios "democráticos y basados en el mérito, sin condiciones
geográficas, ni de nacionalidad".
"Para el Grupo de Río, es necesario avanzar en un diálogo que nos
lleve hacia la profunda reforma del sistema financiero mundial y su
arquitectura, otorgándole una mayor orientación hacia el
desarrollo", afirmó en su discurso ante la Asamblea General de la
ONU el secretario de Desarrollo mexicano.
La cumbre que se inició hoy y concluirá el viernes tiene como
objeto analizar el impacto de la crisis económica global en los
países menos desarrollados y estudiar la reforma del sistema
financiero internacional.
Cordero indicó en su discurso que los países latinoamericanos y
caribeños consideran que la solución a la crisis pasa por una
cooperación internacional que fortalezca "la regulación y
supervisión efectiva de todas las instituciones, instrumentos y
mercados".
El nuevo marco regulador debe incluir "los fondos de cobertura,
las agencias calificadoras, todas las jurisdicciones fiscales, y las
asociaciones de reguladores y supervisores a fin de hacer más
transparente el funcionamiento de los mercados", señaló.
También instó a evitar que la lucha contra la crisis derive en un
regreso al proteccionismo que afecte las exportaciones de las
economías emergentes a los países más industrializados.
De igual manera, recordó que los emigrantes constituyen una de
las poblaciones con mayor riesgo en el contexto de la crisis actual.
En un anterior encuentro con la prensa, Cordero matizó que México
no favorece "cambios radicales" a la arquitectura financiera
mundial, como los que han exigido algunas voces de la izquierda
latinoamericana.
"Nosotros creemos en el libre comercio, creemos en los flujos de
inversión entre los países y también en la migración ordenada",
resaltó.
Con un mensaje mucho más crítico con el actual modelo económico,
el ministro de Comercio Exteriores e Inversión Extranjera de Cuba,
Rodrigo Malmierca, instó a "refundar" el sistema monetario y
financiero mundial bajo la supervisión de Naciones Unidas.
"Basta ya de las instituciones de Bretton Woods, que sólo han
empobrecido a nuestros pueblos y nos han colocado en esta profunda
crisis", afirmó en su intervención.
Malmierca apostó por un "orden económico internacional cuyas
bases sean el desarrollo sostenible y la creación de riqueza sobre
bases de justicia".
Por su parte, la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Susan Rice,
reconoció la responsabilidad de su país en el origen de la crisis
financiera que ahora afecta a todo el globo y su deseo de buscar
soluciones de forma multilateral.
Por ello subrayó el apoyo de Washington al acuerdo alcanzado por
el G-20 el pasado abril en Londres de otorgar a través del Fondo
Monetario Internacional (FMI) 1,1 billones de dólares en ayudas a
los países en desarrollo para superar la crisis.
Sin embargo, recordó la advertencia del presidente
estadounidense, Barack Obama, de no caer en la "falsa disyuntiva"
entre el capitalismo inmisericorde y el estatismo opresivo. EFE