Toronto (Canadá), 10 mar (EFE).- El Gobierno canadiense presentó
hoy en el Parlamento una controvertida propuesta de tratado de libre
comercio con Colombia, que afirmó contribuirá a "una mayor paz,
seguridad y prosperidad" del país suramericano.
Al mismo tiempo, varias organizaciones sindicales solicitaron a
Ottawa que anule la tramitación del proyecto de ley ante las
violaciones de derechos humanos en Colombia.
El presidente del Sindicato Canadiense de Empleados Públicos
(CUPE, por sus siglas en inglés), uno de los principales sindicatos
de Canadá, con 600.000 afiliados, Paul Moist, denunció que en el
2009 en Colombia fueron asesinados 45 líderes sindicales.
"Ante estos abusos tan graves y que continúan, es inaceptable que
Ottawa esté incluso en conversaciones con el Gobierno colombiano y
menos que aceleren un acuerdo", dijo Moist a través de un
comunicado.
El tratado, firmado el año pasado por los dos países, se
encuentra paralizado en el Parlamento canadiense después de que el
Gobierno del primer ministro canadiense, Stephen Harper, decidiera
suspender su tramitación al no contar con suficientes apoyos para su
aprobación.
Por su parte, el ministro de Comercio Internacional de Canadá,
Peter Van Loan, quien presentó el proyecto de ley en el Parlamento,
afirmó que "el comercio internacional es crítico para nuestra
recuperación económica".
Las autoridades canadienses dijeron que el acuerdo de libre
Comercio Canadá-Colombia "proporcionará un mayor acceso a los
exportadores canadienses de bienes como trigo, legumbres, cebada,
productos papeleros y equipo pesado".
Van Loan también presentó propuestas de acuerdos paralelos con
Colombia en materia laboral y medio ambiente.
"El acuerdo de libre comercio, junto con los acuerdos paralelos
laboral y de medio ambiente, son uno de los varios instrumentos del
Gobierno de Canadá que apoyan los esfuerzos de Colombia hacia una
mayor paz, seguridad y prosperidad", añadió Van Loan.
El ministro destacó que el acuerdo laboral significa que los dos
países se comprometen a "respetar y hacer cumplir estándares
internacionales y principios laborales reconocidos como libertad de
asociación, el derecho a convenios colectivos y la eliminación del
trabajo infantil".
Pero, un grupo de destacados intelectuales, artistas, activistas
y políticos canadienses que se oponen al acuerdo, entre ellos
Stephen Lewis, Sarah Polley y Naomi Klein, han señalado que los
pactos paralelos "son inútiles".
El año pasado, cuando el Gobierno canadiense presentó al
Parlamento por primera vez el proyecto de tratado con Colombia, el
grupo envió una carta al opositor Partido Liberal para que rechazara
la iniciativa debido a que, dijeron, el acuerdo medioambiental "no
cumple ni los estándares del TLCAN", el Tratado de Libre Comercio
entre EE.UU., Canadá y México.
Moist también sostuvo que debido a recientes informes de las
Naciones Unidas y Amnistía Internacional sobre violencia contra
sindicalistas, comunidades indígenas y afrocolombianos, es necesario
que "Canadá lleve a cabo una valoración independiente sobre la
situación en Colombia".
En términos similares se expresó el Sindicato de Empleados de
Servicios Públicos de Ontario (OPSEU), que representa a 130.000
trabajadores en la mayor provincia del país.
Su presidente, Warren Thomas, se preguntó "¿cómo es posible que
nuestro Gobierno colabore con un régimen que permitió el año pasado
el asesinato de 45 líderes sindicales, 114 líderes indígenas y el
desplazamiento de miles de personas?". EFE