Pekín, 24 mar (EFE).- Una agenda sectorial de Latinoamérica con
China es fundamental para la región, que este año será cuarto social
comercial del gigante asiático, dijo a EFE el director del Centro de
Estudios China-México, Enrique Dussel.
"Pero esa agenda debe ser amplia y no quedarse solo en lo
comercial. Un Tratado de Libre Comercio (TLC) no es la vía a una
relación estratégica a largo plazo, sino que debe ser su resultado
natural a medio plazo", afirmó el experto de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM).
Según Dusssel, con China como el segundo socio comercial y más
dinámico en la región, se necesita una estrategia a largo plazo,
fortaleciendo instituciones, conocimientos y expertos para no
estancarse en una relación actual de producción que no le conviene,
pues importa cada vez más productos manufacturados chinos y destruye
industrias y empleo.
"Hay que acabar con la división entre ganadores y perdedores en
su relación con China y que consiste básicamente en exportar
materias primas e importar productos transformados. Muchos países ya
comienzan a tener crecientes déficit comerciales aunque vendan
recursos", añadió.
Según el experto, autor del trabajo "Relaciones entre América
Latina y China", junto con Rhys Jenkins, de la Universidad de East
Anglia, presentado ayer en la capital china, Pekín tendría también
interés en un diálogo con el conjunto y no con cada país por
separado.
"Es muy conveniente lograr un proceso común y ya hay buena base
de temas comunes. Se vieron muestras en reuniones empresariales de
grupos de países celebradas en Chile y Colombia", afirmó.
El trabajo, que analiza la relación económica y comercial de
cuatro países (Argentina, Brasil, Chile y México) con China, destaca
la importancia de efectuar las reformas necesarias.
"Hay buenas condiciones para que ambas regiones se tomen en serio
pues en los últimos años ya en América Latina muchos se han
convertido en primero, segundo o terceros socios comerciales de
China, aunque la recepción de inversión exterior directa sea aún muy
baja", añadió.
América Latina se ha beneficiado del incremento del precio de la
materias primas por la demanda china, ya sea soja, cobre, petróleo,
o mineral de hierro, entre otros, dijo, pero los exportadores son en
muchos casos pocas empresas con la capacidad, mientras que cada vez
importa más productos de alto valor agregado.
"En muchos casos competimos directamente con China en otros
mercados como el de EEUU en sectores como automotriz y partes o
textil, en el caso de México, las importaciones masivas de productos
chinos afectan a muchos sectores productivos", añadió.
Según Dussel, la importancia de la relación entre América Latina
y China merece que los problemas productivos y comerciales que
puedan generar se discutan al nivel más alto "pues las resistencias
sociales no son convenientes para ninguna de las partes". EFE