Teresa Bouza
Washington, 27 ene (EFE).- La Reserva Federal (Fed) de EE.UU. se
mostró hoy partidaria de mantener los tipos de interés próximos a
cero durante un buen tiempo, al final de una reunión en la que
reflejó un mayor optimismo sobre la economía del país.
"La información recibida desde la última reunión del Comité de
Mercados Abiertos (FOMC) sugiere que la actividad económica ha
seguido fortaleciéndose y el deterioro en el mercado laboral se está
reduciendo", indicó el banco central en un comunicado.
La Fed se había limitado a decir, en diciembre, que la actividad
económica seguía "repuntando".
Aun así, el organismo reconoció que la actividad económica
seguirá siendo "moderada" durante algún tiempo e hizo hincapié en
que el mercado laboral, con unas tasas de desempleo de en torno al
10 por ciento, sigue "débil".
Los funcionarios del banco central subrayaron que "es muy
probable que las condiciones económicas, incluido los bajos niveles
de utilización de recursos, la baja inflación, y las estables
expectativas inflacionarias garanticen niveles excepcionalmente
bajos de los fondos federales durante un periodo extenso".
Ese compromiso con unos tipos de interés históricamente bajos
provocó ciertas tensiones e hizo que la decisión de hoy, por nueve
votos a favor y uno en contra, no fuera unánime.
El presidente del banco de la Reserva Federal de Kansas, Thomas
Hoenig, disintió al querer eliminar la frase relacionada con los
tipos de interés "excepcionalmente bajos".
La Fed explicó que mantiene el nivel objetivo para los tipos de
interés de referencia en el rango del 0 al 0,25 por ciento.
Los analistas esperaban que mantuviera el precio oficial del
dinero ya que la recuperación económica todavía es frágil pese a la
masiva inyección de dinero público en el sistema y las medidas
excepcionales adoptadas para reanimar la actividad y el crédito.
Entre las medidas adoptadas por el banco central figura la compra
de emisiones de deuda vinculadas al sector hipotecario por alrededor
de 1,43 billones de dólares, una decisión que adoptó en medio de la
peor crisis inmobiliaria en la historia moderna del país.
El citado programa acaba en marzo, aunque la Fed señaló que está
lista para modificar sus planes de ser necesario "para respaldar la
estabilidad financiera y el crecimiento económico".
La reunión de hoy llega, por lo demás, en medio de un acalorado
debate sobre la conveniencia de prolongar durante otros cuatro años
el mandato de Ben Bernanke al frente del banco central.
Para seguir en el cargo, el presidente de la Fed necesita ser
confirmado por el Senado en una sesión que podría tener lugar el
viernes por la tarde si los senadores deciden proceder mañana al
voto definitivo.
El problema es que varios senadores se oponen a su segundo
mandato al aducir que las políticas impulsadas por la Fed son en
parte responsables de la debacle financiera sufrida por el país.
"Nadie puede negar que, como presidente de la Fed, Bernanke se
durmió en los laureles mientras Wall Street se convirtió en el mayor
casino de la historia y se precipitó en la insolvencia", escribió el
senador independiente Bernie Sanders, en una carta enviada
recientemente a los demócratas.
Influyentes grupos activistas como Moveon.org, próximo a las
bases demócratas que auparon a Obama al poder, se niegan también a
prolongar el mandato de Bernanke al aducir, entre otras cosas, la
deficiente regulación hipotecaria antes del estallido de la crisis.
Además, según la organización, el responsable del banco central
estadounidense "ha ignorado completamente su responsabilidad para
ayudar a luchar contra un desempleo masivo".
La Casa Blanca insiste, pese a la controversia, en que Bernanke
obtendrá 60 de 100 votos necesarios para mantenerse en el cargo. EFE