Berlín, 11 sep (EFE).- El ministro alemán de Finanzas, Peer
Steinbrück, quiere proponer en la próxima cumbre del G-20 en
Pittsburgh (EEUU) una tasa sobre las transacciones financieras
globales, una especie de tasa Tobin.
La idea lanzada hoy por Steinbrück y el candidato socialdemócrata
a la cancillería, Frank-Walter Steinmeier, tiene como objetivo
evitar que las especulaciones puedan provocar una nueva crisis
financiera internacional.
Según indicaron Steinbrück y Steinmeier en declaraciones al
rotativo "Süddeutsche Zeitung", se trata de aplicar también en
economía el principio de que "paga el que origina un daño".
Ambos políticos creen que la tasa debería situarse entre el 0,01
y el 0,05 por ciento -la de Tobin partía de un 0,1 por ciento-, es
decir, ser lo suficientemente baja como para no frenar el movimiento
internacional de capital.
Pese a tratarse de un nivel bajísimo, los ingresos globales
anuales de este impuesto podrían rondar el uno por ciento del
Producto Interior Bruto (PIB) mundial, según un estudio del
instituto Wifo de Viena citado por ambos ministros.
Para Alemania esto constituiría un ingreso adicional de entre
10.000 y 20.000 millones de euros año.
La canciller, Angela Merkel, se ha mostrado abierta a esta idea,
aunque, a diferencia de sus socios gubernamentales socialdemócratas,
sólo lo ve cómo una opción a tener en cuenta a nivel internacional.
"Un paso en solitario no sería un camino prometedor", dijo hoy el
portavoz del gobierno, Ulrich Wilhelm.
En caso de que no se logre un acuerdo a nivel internacional, los
dos ministros socialdemócratas, en cambio, proponen una medida
similar a nivel nacional.
Concretamente, Steinmeier y Steinbrück son partidarios de
introducir en Alemania un impuesto sobre transacciones bursátiles
que únicamente gravaría operaciones realizadas a través de la Bolsa
y no, como en el caso de la otra propuesta, todo tipo de negocios
financieros, también los que realizan los bancos entre sí.
El 1971, el economista y posterior Premio Nobel (1981) James
Tobin propuso la introducción de una tasa sobre el movimiento de
divisas mundial con el objetivo de frenar la especulación con
monedas.
Algunas organizaciones no gubernamentales, entre ellas ATTAC,
asumieron esta idea y exigieron que los ingresos se destinaran a
paliar la pobreza en el mundo. EFE