Víctor Martin
Nueva York, 7 sep (EFE).- La Bolsa de Nueva York no pudo hoy
sustraerse a las dudas que sigue suscitando la reciente prueba de
solvencia realizada a los bancos europeos y perdió parte de lo
avanzado en las cuatro sesiones previas.
La jornada fue desfavorable en los mercados bursátiles a ambos
lados del Atlántico y en el caso de Wall Street contrastó con el
buen ánimo comprador que había prevalecido la pasada semana, con
ayuda de unos datos de actividad manufacturera y de empleo en
Estados Unidos que resultaron más favorables de lo que se esperaba.
En esta primera sesión después de un largo paréntesis festivo,
los inversores no tuvieron sin embargo argumentos económicos
positivos que les incitara a seguir comprando valores bursátiles y
se contagiaron de la preocupación acerca de la salud de los bancos
europeos recientemente evaluados.
El diario The Wall Street Journal señaló hoy que las pruebas de
solvencia realizadas este año a 91 bancos europeos subestimaron las
carteras de deuda soberana de alto riesgo de algunas entidades.
El análisis de ese rotativo indica que muchos bancos no aportaron
una visión tan completa de sus inversiones en deuda soberana como
pretendían las autoridades reguladoras europeas.
A esos temores acerca del potencial riesgo asumido por algunas
entidades bancarias se unieron otros datos que reflejaron un
descenso del 2,2% en julio en los pedidos del sector industrial en
Alemania, lo que supone una reducción mayor de la que se preveía.
Con ese escenario de fondo y sin datos económicos en Estados
Unidos que ayudaran a compensar el ambiente sombrío predominante,
los inversores en Wall Street optaron por recoger beneficios y
orientar fondos hacia destinos que consideran más seguros, incluidos
el dólar, el oro y los bonos del Tesoro estadounidense.
El dólar se fortaleció así ante el euro y por esa divisa europea
se pagaban 1,2692 dólares al cierre del mercado bursátil, en tanto
que la deuda pública estadounidense a diez años subía de precio,
para ofrecer una rentabilidad del 2,6%.
Los contratos de oro para entrega en diciembre, los más
negociados en el mercado neoyorquino, se revalorizaron 8,20 dólares
(0,7%) y cerraron a 1.259,30 dólares la onza, un nivel que no se
veía desde finales de junio pasado, cuando la cotización de esta
materia prima registró los precios más altos de su historia.
El índice Dow Jones de Industriales perdió el 1,03% al cierre
(-107,24 puntos) y finalizó en 10.340,69 unidades, al tiempo que el
selectivo S&P 500 bajó el 1,15% (-12,67 puntos), a 1.091,84 puntos.
El índice compuesto del mercado Nasdaq retrocedió el 1,11%
(-24,86 puntos) y se situó en 2.208,89 unidades.
American Express (-4,09%) lideró el grupo mayoritario de
componentes del Dow que cerraron con pérdidas en el valor de sus
acciones, seguida de Disney (-2,39%), JPMorgan Chase (-2,27%), Cisco
Systems (-2,19%) y Bank of America (-2,15%).
También se anotaron descensos destacables Boeing (-1,89%),
Travelers (-1,76%), Home Depot (-1,74%), Intel (-1,68%) y 3M
(-1,61%).
Tan sólo cuatro componentes del Dow lograron en cambio cerrar la
sesión con ganancias y fueron más notorias en el caso de McDonald's
(0,95%), a la que siguieron General Electric (0,31%), Coca-Cola
(0,12%) y Verizon (0,07%).
Fuera del Dow, las acciones de la tecnológica Oracle subieron un
5,87% en el Nasdaq, al conocerse que ha incorporado al ex presidente
de Hewlett Packard, Mark Hurd, a su equipo directivo en calidad de
copresidente y miembro del Consejo de Administración.
Hewlett Packard anunció después la interposición de una demanda
contra Hurd -quien abandonó la empresa después de verse implicado en
un escándalo con una ex contratista- por no respetar supuestamente
acuerdos de confidencialidad que había suscito con la empresa.
Las acciones de esa compañía cerraron con un descenso del 1,04%,
en un día en que el barril de petróleo de Texas se depreció en esta
ocasión un 0,68% y finalizó a 74,09 dólares en el mercado
neoyorquino. EFE