Antonio Sánchez Solís
Viena, 24 oct (EFE).- La inestabilidad y la inseguridad sobre la
recuperación de la economía marcaron los últimos cinco días las
cotizaciones del crudo, que alternó rotundas subidas con bajadas más
moderadas, hasta cerrar la semana con una apreciación del 2,5 por
ciento respecto al viernes anterior.
La escalada alcista de las cotizaciones de la pasada semana
continuó de manera más moderada, con los operadores oscilando entre
el optimismo de que la economía y la demanda de crudo se recuperen
pronto y la ausencia de datos definitivos sobre esa tendencia.
En ese sentido, fueron el ambiente de confianza en las Bolsas y
la debilidad del dólar, que hace más atractiva la compra de material
primas, los responsables de que la semana empezara con alzas en los
precios.
Tanto el petróleo Texas, de referencia en Estados Unidos, como el
Brent europeo cerraron la sesión del lunes continuando la tendencia
de encarecimiento que comenzó ya la semana anterior.
Al día siguiente, ese desarrollo se invirtió con una depreciación
del crudo en torno al 0,7 por ciento, tras conocerse los malos datos
del sector de la construcción en Europa y Estados Unidos y ante el
encarecimiento del dólar.
Esa pérdida fue compensada con creces en la jornada siguiente,
cuando las cotizaciones se dispararon como reacción a los datos
difundidos sobre reservar de crudo y combustibles en Estados Unidos,
un elemento que sirve de referencia para medir el nivel de consumo.
Los datos del Departamento de Energía de EEUU reflejaron un
incremento de 1,3 millones de barriles en las reservas la pasada
semana, frente a los dos millones que preveían algunos analistas.
Con ese ascenso el total quedó en 339,1 millones de barriles o un
10 por ciento por encima del nivel de hace un año.
Además, se reveló una merma de 2,3 millones en las existencias de
gasolina, mayor de lo que se esperaba, aunque las reservas siguen
siendo un 7,5 por ciento superiores a las de hace un año.
Ese mismo día, responsables políticos y expertos reunidos en
Londres en el foro "Petróleo y Dinero" aseguraron que los
combustibles fósiles seguirán siendo necesarios durante décadas,
pese a la amenaza del cambio climático.
La semana de cotizaciones terminó con sendas bajadas el jueves y
el viernes, en un efecto rebote tras las subidas del miércoles y
ante la incertidumbre sobre si el remonte de las economías se
producirá tan pronto como se espera.
La sorprendente contracción del 0,4 por ciento del PIB del Reino
Unido en el tercer trimestre del año volvió a encender las alarmas
en un mercado que no termina de creerse que la salida a la crisis
esté a la vuelta de la esquina.
Así, el Brent europeo cerró la sesión del viernes en el
Intercontinental Exchange Futures de Londres a 78,92 dólares por
barril, aún un 2,5 por ciento por encima de la cotización de hace
una semana.
Por su parte, la Bolsa Mercantil de Nueva York acabó la semana
con el barril de Texas a 78,53 dólares, un 2,5 por ciento más que el
precio registrado el viernes anterior.
Así las cosas, algunos analistas consideran que la fuerte subida
de los últimos días, que ha puesto el barril de petróleo en marcas
no vistas desde hace un año, no se mantendrá demasiado mientras no
haya certidumbre total sobre la recuperación de la economía mundial.
La consultora especializada JBC considera que "la exageración (en
los precios) puede evaporarse sin el apoyo de datos concretos" y que
sin una "recuperación de la demanda, los precios por las nubes no
son sostenibles".
Pese a esas advertencias, se acumulan también las opiniones sobre
que la tendencia alcista seguirá hasta que el barril supere los 100
dólares, ante lo que la Organización de Países Productores de
Petróleo (OPEP) podría, en consecuencia, aumentar su producción para
contribuir a controlar el precio.
Al respecto, el secretario general de la OPEP, Abdalá Salem
El-Badri, se mostró dispuesto a aumentar el bombeo si se dan las
circunstancias apropiadas.
"Si estos precios continúan, si vemos que las reservas vuelven a
su nivel normal, si vemos que hay un crecimiento económico mundial
real, entonces estoy seguro de que nuestros países miembros tomarán
la decisión de incrementar la producción en diciembre en Luanda",
manifestó en referencia a la próxima reunión de la OPEP.
El propio Badri se mostró partidario de que, en el actual
contexto de recuperación económica, el precio del crudo no sobrepase
los 80 dólares por barril. EFE