Guillem Martínez Pujol
Cantón, 21 sep (EFE).- La Feria Internacional de China de la
Pequeña y la Media Empresa (CISMEF 2009) se inaugura mañana con
España como país invitado de honor y con el mayor pabellón español
jamás organizado en una feria internacional para intentar
desembarcar en la "fábrica del mundo".
Así se conoce popularmente a la provincia de Cantón, enfocada
desde hace décadas a la industria manufacturera intensiva y con las
exportaciones como faro de guía de una economía regional que, con un
PIB de más de 522.000 millones de dólares (358.000 millones de
euros) en 2008, se situaría como la decimoctava economía mundial.
Sin embargo, la crisis financiera y económica desatada hace un
año afectó con especial virulencia a esta provincia, cuyo
crecimiento del PIB pasó del 10,1 por ciento en el último trimestre
de 2008 al 5,8 por ciento en los primeros tres meses de 2009.
Las ventas al exterior, tradicional locomotora del crecimiento
chino, fueron las primeras víctimas de la recesión global, con
caídas alrededor del 20 por ciento.
Teniendo en cuenta que, según datos oficiales de Pekín, Cantón
aporta el 50,47 por ciento del saldo comercial chino, el cierre de
miles de fábricas y el consecuente despido de varias decenas de
millones de trabajadores -la mayoría inmigrantes rurales- extendió
la incertidumbre del futuro de la "fábrica del mundo".
El esfuerzo de los últimos años por diversificar su estructura
productiva, patente desde el momento en que una quinta parte de la
inversión directa extranjera del gigante asiático se destina a esta
provincia, parece estar en disposición de cambiar la perspectiva.
Según el analista de la consultora hongkonesa AT Kerney, Lian
Hoon Him, la apuesta por empresas de menor tamaño y el enfoque a la
innovación, junto con el mastodóntico plan de estímulo del Gobierno
chino, han permitido limitar los daños.
En julio, las exportaciones bajaron "sólo" un 15 por ciento y las
cifras absolutas de ventas internacionales se situaron en los mismos
niveles totales que en 2006, un año más que aceptables para la
industria china.
El avance del PIB chino en el segundo trimestre, del 7,9 por
ciento, 1,8 puntos más que en el primero y rozando el objetivo
oficial de crecer al 8 por ciento, es otra muesca para el optimismo.
En este contexto, España llega con 153 pymes de todos los
sectores económicos y 23 instituciones con el objetivo de echar
raíces en una provincia hasta ahora muy minoritaria en el mapa
español de negocios en Asia.
"Estaremos a la altura de lo que se espera de la octava economía
del mundo", aseguró hoy el ministro español de Industria, Miguel
Sebastián, quien se encuentra en Cantón para apoyar el evento.
Con apenas 600 empresas en China, España concentra sus
inversiones en el golfo de Bohai (municipalidades de Pekín y
Tianjin, noreste) y en el delta del río Yangtzé (Shanghai, este).
El comercio exterior total entre China y España superó los 22.000
millones de euros en 2008, aunque el déficit acumulado por la parte
española en este campo se situó en 17.900 millones de euros, lo que
supone una tasa de cobertura del 10,8 por ciento.
Por esta razón, la internacionalización de las pymes españolas
-"los motores de creación de empleo", según Sebastián- puede suponer
un soplo de aire fresco.
Un pabellón de 10.000 metros cuadrados, la mayor superficie de
exposición llevada a cabo por España en toda su historia en una
feria internacional, "espera no defraudar", en palabras de la
organización.
La presencia de once grandes marcas nacionales (Telefónica, BBVA,
Santander, Indra, Real Madrid y Atlético de Madrid, entre otras)
resulta el gancho necesario para despertar el interés de los
inversores chinos.
CISMEF 2009 se desarrollará entre mañana y el próximo viernes y
contará con 5.000 expositores y más de 300.000 visitantes
exclusivamente profesionales previstos. EFE
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