Teresa Bouza
Washington, 6 jul (EFE).- La Asamblea de Gobernadores del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) reeligió hoy "de forma unánime y
por aclamación" al ex diplomático colombiano Luis Alberto Moreno
para un segundo mandato de cinco años como presidente.
"En atención a los logros de su gestión lo reelegimos de manera
unánime y por aclamación por otros cinco años", dijo en una rueda de
prensa el ministro de Hacienda mexicano, Ernesto Cordero, presidente
de turno de la Asamblea de Gobernadores, integrada por los ministros
de Economía y Desarrollo de los 48 países miembro.
El titular de Hacienda mexicano destacó la "muy destacada
gestión" y los "logros muy notables" del primer mandato de Moreno.
Se refirió, en ese sentido, a la aprobación de una ampliación de
capital por valor de 70.000 millones de dólares durante la última
reunión anual del organismo en Cancún (México), la mayor reposición
de fondos en la historia del banco.
Cordero subrayó que esa capitalización permitirá al BID conceder
préstamos anuales a la región por unos 12.000 millones de dólares.
Alabó también el que bajo la batuta de Moreno se hayan destinado
"muchos de los recursos del BID" a acciones para corregir el impacto
del cambio climático, así como a programas públicos centrados en la
lucha contra la pobreza y la infraestructura en la región.
El ministro mexicano restó validez, por lo demás, a una carta
anónima escrita supuestamente por empleados y gerentes del BID en la
que aseguran que Moreno logró asegurar su reelección mediante
intercambios políticos a puerta cerrada.
En concreto, la misiva menciona que Moreno ganó el voto de Brasil
al designar a un brasileño, Alexandre Meira da Rosa, para un puesto
clave en el banco, el de gerente del sector de Infraestructura y
Medio Ambiente.
Cordero insistió en que el BID reeligió a Moreno con el
convencimiento de que es la mejor persona para el cargo y aseguró
que "su reelección no obedece a ninguna negociación secreta".
Moreno, por su parte, se limitó a decir en la rueda de prensa
conjunta con Cordero que no hace comentarios "sobre casos anónimos".
El colombiano era el único candidato para el puesto y había sido
nominado por 35 de los 48 socios del BID durante el proceso para
presentar candidaturas que se cerró el 24 de junio.
EE.UU., el principal socio del BID con un 30 por ciento del
capital, no se había pronunciado pero aún así se esperaba que
Washington diese el sí a Moreno, un vaticinio que se cumplió hoy.
Moreno dijo este martes que recibe "con inmensa humildad" el
"honor" de capitanear el BID durante otros cinco años.
Mencionó que el banco busca jugar en los próximos años un papel
importante en temas como el cambio climático y el desarrollo
sostenible.
Apuntó que el organismo se dedicará a impulsar agendas que han
sido esquivas en el pasado alrededor de temas como la productividad,
algo que dijo pasa "por la mejora de la infraestructura" y mayores
inversiones en ciencia y tecnología.
Hizo hincapié, además, en la importancia de mejorar la eficiencia
de los mercados laborales así como los proyectos de integración en
la región.
A eso se suma, explicó, la necesidad de reducir la pobreza y
mejorar los sistemas educativos, que describió como "una gran
asignatura pendiente" en América Latina.
Mencionó, en ese sentido, que los resultados de las pruebas
escolares siguen estando "entre los más bajos del mundo".
Expresó por lo demás su confianza en que esta puede ser "la
década de América Latina y el Caribe", una en la que se pueden
superar, dijo, "brechas esquivas en el pasado".
Tanto Cordero como Moreno insistieron en que tras la última
reunión anual del BID en Cancún, el BID ha inaugurado una nueva
etapa en la que se impondrá la asignación de recursos en función de
los resultados.
La conocida como "Declaración de Cancún" subraya la necesidad de
que el BID mejore el marco de medición de resultados "para
identificar, en cada proyecto, si se han cumplido resultados
específicos y tangibles".
El reelegido presidente del BID, de 57 años, tiene fama de buen
negociador y de moverse como pez en el agua entre los poderosos de
Washington, como el matrimonio Clinton (Bill y Hillary), una pareja
con la que se codea a menudo. EFE
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