Bogotá, 4 mar (EFE).- Los empresarios del transporte público de
Bogotá regresaron hoy a la mesa de negociaciones para intentar poner
fin a una huelga de cuatro días que mantiene paralizada la ciudad,
ha causado pérdidas en las ventas del 67 por ciento y ha ocasionado
disturbios en varios puntos de la capital colombiana.
El presidente de la Asociación de Pequeños Transportadores
(Apetrans), Alfonso Pérez, señaló a su llegada a la Alcaldía de
Bogotá para participar en los diálogos que se sentarán en la mesa
para analizar las cifras y lo único que piden es que les paguen lo
justo.
"Estamos jugándonos el futuro de nuestras vidas, esto es dejarnos
en la miseria, el alcalde busca un modelo de sistema (de transporte)
donde nosotros no quedamos en nada", dijo.
Los propietarios de autobuses fueron a la huelga el lunes pasado
en rechazo al Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), que
promueven las autoridades de Bogotá, ya que supondría una reducción
sustancial del parque automotor, considerado anticuado y
contaminante.
"Para nosotros es el pan de nuestros hijos y muchas de las
comunidades nos están acompañando", agregó Pérez.
Las discrepancias entre los propietarios de autobuses y la
Alcaldía se generaron a raíz de los montos que las autoridades
ofrecen en compensación por sacar algunos vehículos de circulación.
El alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, señaló a la emisora RCN que
no se sentará en la mesa de diálogo con los transportadores y que
solo participará cuando ya haya un acuerdo entre las partes.
Asimismo, recordó que hoy empezaron a funcionar algunas medidas
para paliar el caos y la parálisis que vive la capital colombiana
desde el lunes pasado, cuando los transportistas guardaron sus
autobuses y se fueron a la huelga.
"No podemos ceder a las presiones (de los empresarios del
transporte), el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) de
esta ciudad es una necesidad", dijo.
Moreno agregó que las puertas del diálogo y concertación
continúan abiertas, pero agregó que no cederá en su "pretensión de
entregarle a la ciudad un nuevo esquema de prestación de servicio
público de transportes y en eso hemos sido absolutamente claros".
"Este proceso es irreversible", puntualizó.
El alcalde bogotano anunció la noche anterior la suspensión de
clases en las escuelas públicas y un incremento en el número de
policías y soldados en las calles para vigilar el orden público.
Además, se habilitarán los autobuses intermunicipales para la
ciudad, los taxis prestarán el servicio en la modalidad de
colectivos, los vehículos oficiales saldrán a las calles a recoger
pasajeros y el funcionamiento de medios alternativos de transporte
como un tren turístico que atraviesa la ciudad de sur a norte.
El SIPT pretende reorganizar el desordenado servicio de
movilización ciudadana e incluye formas complementarias como trenes
de cercanías y un futuro metro. EFE
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