Lima, 10 feb (EFE).- El II Foro de Cohesión Social fue clausurado
hoy en Lima con la recomendación dirigida a los países de América
Latina, el Caribe y la Unión Europea (ALC-UE) de que propicien el
intercambio de estudiantes, el voluntariado y la evaluación de los
programas para el empleo de los jóvenes.
Durante tres días, representantes de Estados europeos y
latinoamericanos y de organizaciones internacionales analizaron la
situación del trabajo juvenil en esas regiones geográficas y
elaboraron una serie de conclusiones y recomendaciones que irán a la
VI Cumbre de la ALC-UE, que se celebrará en Madrid en mayo.
El jefe de la Delegación de la UE en Perú, Hans Allden, explicó a
Efe que es necesario buscar vías legales para fomentar la formación,
la educación y el empleo de los jóvenes en el extranjero, ya que, en
su opinión, el objetivo a largo plazo es mejorar la flexibilidad de
los trabajadores en una economía globalizada.
Tras la aprobación ayer de la nueva Comisión Europea ante la
Eurocámara, el diplomático destacó que entre los nuevos objetivos
que se presentan está la distinción "clara" entre el intercambio
legal o ilegal de estudiantes, siempre y cuando se evite la "fuga de
cerebros" de los países en desarrollo.
Durante el acto de clausura, el director general de Empleo de la
Comisión Europea, Xavier Prats, señaló que el foro ha servido para
llevar el diálogo de los participantes a lo concreto.
Por su parte, la ministra de Trabajo de Perú, Manuela García,
subrayó que los países de América Latina, el Caribe y la UE tienen
problemas muy diversos y complejos, si bien coincidieron en la
necesidad de luchar contra la economía sumergida y la precariedad
laboral de los jóvenes.
En concordancia con las sugerencias del foro, García abogó por
concentrar los esfuerzos de los poderes públicos y los actores
sociales.
El documento final recoge la necesidad de estimular la inserción
laboral de los jóvenes en empleos decentes mediante incentivos a la
contratación y a las políticas activas para mejorar tanto su acceso
al trabajo como su iniciativa emprendedora.
También se considera esencial incentivar el uso de modalidades
formativas laborales, extender en número y efectividad de los
programas de prácticas formativas o de aprendizaje, fomentar el
trabajo formal y reducir la discriminación en el trabajo.
Asimismo, el foro llegó a la conclusión de que los sistemas de
educación y de formación profesional deben ofrecer a los jóvenes
unas capacidades adecuadas a las necesidades del mercado de trabajo.
Entre las acciones recomendadas, se incluyen la recompensa a la
excelencia estudiantil mediante becas de estudios o la cooperación
entre centros de formación y empresas. EFE