París, 8 ene (EFE).- El primer ministro francés, François Fillon,
denunció hoy las "distorsiones" actuales en las paridades monetarias
mundiales, y consideró que el G20 debe ocuparse de su regulación, al
tiempo que urgió a la Unión Europea para que inicie "una verdadera
política de crecimiento".
"La regulación del tipo de cambio tiene vocación a entrar en la
agenda del G20, declaró al cierre de un coloquio en París sobre las
reformas del capitalismo Fillon, que insistió en que "las paridades
monetarias deben reflejar mejor los fundamentos económicos" porque
las "distorsiones" que se dan ahora "perjudican" la orientación de
los capitales.
El primer ministro dio un paso más en la idea lanzada ayer por el
presidente francés, Nicolas Sarkozy, que en este mismo coloquio dijo
ayer que la reforma del sistema monetario internacional será una de
las prioridades de Francia durante su presidencia del G20 y del G8
el año próximo, y se pronunció en favor de un dispositivo
"multi-monetario".
Hoy Fillon consideró que 2010 "será un año de transición" en los
cambios de las organismos de gestión internacional, y avanzó que
"Francia tendrá el honor de conducir el proceso de acercamiento de
las instancias, con una cumbre única bajo su presidencia en 2011".
A su juicio, y teniendo en cuenta que "el capitalismo no se va a
reorientar espontáneamente", consideró que "hay que crear unas
nuevas reglas del juego mundial basada en la coordinación de
políticas económicas", al menos en tres terrenos: el comercio
internacional, las estrategias nacionales de saneamiento de las
finanzas públicas y las paridades monetarias.
"Nuestra prioridad debe ser conjurar la economía de burbujas y
evitar la vuelta" a la especulación financiera, a los objetivos
financieros a corto plazo o el declive de la cooperación
internacional, argumentó antes de insistir en que "nuestro deber es
prevenir el mal" porque con el nivel de endeudamiento de los países
desarrollados, no hay margen para nuevos salvamento de los Estados.
El primer ministro conservador declaró su vocación europeísta y
manifestó su esperanza para que el actual semestre de presidencia
española de la UE se trabaje en "una política económica coherente
que permita a los europeos avanzar de forma concertada" para que
"Europa puede ser uno de los espacios más prósperos y más
influyentes del mundo de mañana".
"Tenemos que poner en marcha este verdadero gobierno económico
europeo" porque sin él "no puede existir ninguna coordinación de las
políticas, ni ningún reaseguro de los choques internos o externos de
la zona euro, argumentó. EFE