París, 1 oct (EFE).- Francia vivirá mañana una nueva jornada de
manifestaciones convocadas por los sindicatos en protesta por el
proyecto del Gobierno de Nicolas Sarkozy de retrasar hasta los 62
años la edad mínima de jubilación.
Será la sexta jornada con este fin convocada desde marzo pasado y
la primera en fin de semana, un recurso con el que los sindicatos
pretenden que los franceses sigan mostrando su desacuerdo con la
reforma sin verse penalizados por la pérdida de un día de salario.
Las manifestaciones precederán la llegada del proyecto
gubernamental al Senado, donde comenzará a ser debatido el martes
próximo.
Pero será también la antesala de otra nueva jornada de huelga
general, convocada para diez días más tarde en un intento de mostrar
su determinación por hacer retroceder al Gobierno en sus planes de
reforma de las pensiones.
Las centrales obreras no han querido fijar un objetivo de
movilización para la jornada de mañana, sabedores de que será
difícil superar las cifras de las dos últimas convocatorias, del 7 y
el 23 de septiembre pasado, cuando según sus datos rondaron los tres
millones de manifestantes.
Una cantidad que los datos gubernamentales moderaron a en torno
un millón de manifestantes, además de notar un debilitamiento del
número de contestatarios.
Los sindicatos, sin embargo, han ido reivindicando un aumento del
número de manifestantes en cada una de las convocatorias.
La idea de convocar una nueva jornada en sábado ha partido de la
central CFDT, que ha recordado que en 2006 reunieron a 1,5 millones
de jóvenes en protesta por un contrato juvenil planeado por el
Gobierno de Dominique de Villepin y que finalmente fue retirado ante
la presión de la calle.
Las centrales obreras repiten insistentemente el mensaje de que
el retraso en la edad de jubilación no es todavía un hecho puesto
que el texto del Gobierno, aprobado ya por los diputados, tiene que
ser debatido en el Senado, donde puede ser modificado.
Reiteran que no se conformarán con una suavización del mismo y
piden que se cambie la medida estrella, la que prevé el retraso de
la edad mínima de jubilación de 60 a 62 años y la edad para cobrar
el total de la pensión de 65 a 67.
Desde el entorno del Gobierno se deja entrever que los senadores
pueden hacer algunas concesiones, pero que no cambiarán el corazón
del proyecto, considerado una de las reformas estrella del mandato
de Sarkozy.
En particular, los senadores pueden suavizar la reforma para las
mujeres, manteniendo la edad de jubilación actual para aquellas que
han tenido tres hijos y, por ello, han cotizado menos años. EFE