Montevideo, 25 ago (EFE).- Los empleados públicos uruguayos
realizarán mañana un paro general de 24 horas para reclamar al
Gobierno mejores salarios y participación en la proyectada reforma
del Estado, señalaron hoy fuentes de la gremial.
La huelga de 24 horas fue convocada por la Confederación de
Organizaciones de Funcionarios de Estado (COFE) para reclamar al
gobierno del presidente José Mujica una "negociación seria" en la
búsqueda de mejorar los salarios públicos, afirmó su secretario,
Pablo Cabrera.
Los funcionarios aceptan una propuesta oficial para que su
salario mínimo sea de 14.400 pesos (700 dólares) pero pretenden
bajar la carga horaria laboral de 40 a 30 horas semanales.
La huelga es respaldada, entre otros gremios, por los profesores
y maestros y por ello mañana no se dictaran clases en los liceos y
escuelas públicas.
Los médicos también se plegaron a la paralización e incluso
ampliaron su huelga a 48 horas, debido al "estancamiento" de las
negociaciones por mejoras salariales con las autoridades de la
Administración de los Servicios Sanitarios del Estado (ASSE).
El Sindicato Médico del Uruguay (SMU) informó de que el jueves y
el viernes se atenderán únicamente las emergencias, urgencias, a los
pacientes oncológicos y a los ingresados.
Durante la huelga los funcionarios públicos se concentrarán
frente a la Torre Ejecutiva (Presidencia) y solicitarán una
entrevista con el jefe de Estado para hacerle conocer, de primera
mano, sus reclamos y aspiraciones.
Desde que Mujica es presidente (marzo de 2010), ha habido dos
huelgas generales parciales (5 horas) convocadas por el Plenario
Intersindical-Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT), que
aglutina a los sindicatos del país.
Según las últimas cifras oficiales, en Uruguay hay unos 250.000
empleados del Estado, lo que significa menos de un tercio de la
población activa del país.
La convocatoria de la huelga de empleados públicos no es
compartida por la dirección del PIT-CNT y varios de sus dirigentes
han criticado la medida.
Joselo López, presidente de COFE, admitió "diferencias y cierto
malestar" de la confederación de los funcionarios del Estado con los
dirigentes de la central obrera.
José Matto, delegado de los trabajadores del Correo oficial, fue
más lejos y denunció la existencia de "dos tendencias" en el
movimiento sindical.
"Un sector quiere pelear por sus derechos y otro está con el
freno de mano puesto de manera permanente", aseguró en una alusión
hacia sectores dentro del PIT-CNT acusados de estar "demasiado
próximos" al gobierno de la coalición de izquierda Frente Amplio.
EFE