Sao Paulo, 9 ago (EFE).- Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio
Lula da Silva, y de El Salvador, Mauricio Funes, defendieron hoy la
necesidad de aumentar la cooperación regional, durante una reunión
que mantuvieron en Sao Paulo en la que también trataron asuntos
políticos.
"El Salvador le apuesta a la democracia con un sector económico
dinámico para afrontar los nuevos retos. Queremos construir una
relación de confianza con los empresarios", subrayó Funes al
intervenir en el Encuentro Empresarial Brasil-El Salvador.
Funes, que hoy efectuó una visita a Brasil, se reunió con Lula en
privado y posteriormente los dos gobernantes participaron en la
clausura de la cita empresarial, en la sede de la Federación de
Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP).
El presidente salvadoreño expuso las condiciones legales y
políticas que ofrece su país a la inversión extranjera y subrayó el
interés de su Gobierno en aumentar la cooperación y el comercio con
Brasil.
Por su parte, Lula afirmó que uno de los sectores más promisorios
en la relación económica con El Salvador y los demás países
centroamericanos es el de la producción y exportación de etanol de
caña de azúcar, un producto que puede tener gran acogida en el
mercado estadounidense y de cuyas ventas externas podrían obtener
réditos los empresarios brasileños.
Brasil es el mayor productor mundial de etanol de caña de azúcar,
pero Estados Unidos lidera la de ese biocombustible en general,
producido a partir del maíz.
"El Salvador ya produce etanol, pero necesitamos aumentar esa
producción y vender para Estados Unidos, desde El Salvador, un
etanol de mejor desempeño que el que ellos (los estadounidenses)
producen de maíz", aseveró Lula.
El presidente recordó que gracias al tratado de libre comercio
entre Estados Unidos y los países centroamericanos, los productos de
esa región tienen más facilidad de acceso al mercado estadounidense.
"Brasil no tiene por qué tener miedo de ver crecer a sus
vecinos", dijo Lula, quien insistió en la necesidad de fomentar la
cooperación científico-técnica como forma de transmitir a
Centroamérica los avances de su país en la producción de etanol.
De otro lado, el presidente lamentó la "reducida" corriente
comercial bilateral que, según datos oficiales brasileños, fue de
200 millones de dólares en 2009, con un superávit para Brasil de 195
millones.
Ante esos números, el mandatario señaló: "Comprarle más a El
Salvador e igualar la balanza no le hace daño a nadie aquí".
Lula y Funes fueron testigos de la firma hoy de varios acuerdos
de cooperación, que contemplan la creación de una escuela técnica de
capacitación profesional y otra para la formación de líderes en
defensa de los derechos infantiles, proyecto que cuenta con el apoyo
de la oficina del Unicef en Brasil.
Igualmente, durante la visita de Funes se firmaron acuerdos de
cooperación en materia de protección social, de agricultura familiar
y ecoturismo que beneficiarán principalmente a mujeres jefes de
hogar.
Los dos mandatarios se refirieron también a algunos asuntos de la
actual coyuntura política regional.
Por un lado, Funes defendió la plena reincorporación de Honduras
a la Organización de Estados Americanos (OEA) y al Sistema de
Integración Centroamericano (SICA), de los que fue suspendido a raíz
del golpe de estado de junio de 2009 contra el entonces presidente
Manuel Zelaya.
"Fuimos los primeros en condenar el golpe, pero también somos los
primeros en abogar por el retorno de Honduras a los foros
internacionales, principalmente al SICA y a la OEA", afirmó Funes.
Lula, por su parte, deseó "suerte" al presidente colombiano, Juan
Manuel Santos, en la reunión que mantendrá mañana con su homólogo
venezolano, Hugo Chávez, para tratar de recomponer las relaciones
entre ambos países.
Después de las actividades con Lula, Funes se trasladó a la
ciudad de Sao José dos Campos para visitar las instalaciones del
constructor aeronáutico Embraer. EFE
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