Bruselas, 13 ene (EFE).- Dos de los miembros más relevantes de la
próxima Comisión Europea se han declarado esta semana contrarios a
la idea del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de penalizar con un
gravamen las importaciones procedentes de países que no limiten sus
emisiones de CO2, con el fin de prevenir el "dumping
medioambiental".
Durante sus respectivas audiencias de confirmación en el
Parlamento Europeo, el futuro responsable de Comercio, el belga
Karel de Gucht, y el de Competencia, el español Joaquín Almunia, han
coincidido en que la iniciativa sería contraproducente.
El martes, De Gucht advirtió incluso de que la imposición de esa
tasa en las fronteras de la UE desencadenaría una "guerra
comercial".
Si el nuevo Ejecutivo comunitario es confirmado por el Parlamento
dentro de quince días, el comisario belga representará a la UE en
todas las negociaciones comerciales, especialmente las que se
desarrollan dentro de la llamada Ronda de Doha de la Organización
Mundial de Comercio (OMC).
De Gucht rechazó imponer una tasa al CO2 en las fronteras
exteriores, porque vaticinó que traerá complicaciones políticas y,
aunque reconoció que es necesario un enfoque firme en las
negociaciones sobre cambio climático, recalcó que éste tiene que
respetar las reglas de mercado.
Los argumentos en favor de algún tipo de "compensación en
frontera", como la tasa propuesta por Sarkozy, se han visto
reforzados tras el fracaso de la Conferencia de Copenhague contra el
calentamiento global, donde la UE se quedó sola en la defensa de
objetivos vinculantes ambiciosos para la reducción de las emisiones
responsables del efecto invernadero.
El comisario propuesto para la política de Competencia, el
español Almunia, también fue interrogado ayer, durante su audiencia
en el PE, sobre la cuestión.
La pregunta corrió a cargo de la eurodiputada francesa Rachida
Dati, que fue ministra de Justicia con Sarkozy.
Dati consideró "imposible de explicar" a un trabajador europeo
que va a tener que elegir entre el respeto del medio ambiente y su
empleo.
Almunia respondió que el planteamiento impositivo no es el
adecuado y recordó que todavía es posible llegar a un acuerdo global
para limitar el calentamiento global sobre la base de Copenhague.
Hoy, la portavoz de la Comisión, Pia Ahrenkilde, ha aclarado que
la CE como órgano colegiado no tiene una posición definida sobre la
cuestión de la tasa al CO2 en la frontera, y que los comentarios de
ambos comisarios designados son "opiniones personales".
En el futuro Ejecutivo comunitario al menos otros tres miembros
tendrán responsabilidades sobre el asunto y tendrán que pronunciarse
cuando llegue el momento: el de Fiscalidad, Algirdas Semeta; el de
Medio Ambiente, Janez Potocnik; y la de Clima, Connie Hedegaard.
Los tres acuden a la Eurocámara entre esta tarde y el viernes
para pasar el examen. EFE