Pittsburgh (EE.UU.), 25 sep (EFE).- El G20 se consolidó hoy como
el grupo económico de referencia global tras su cumbre de dos días
en Pittsburgh, en la que se comprometió a implementar reformas que
impidan que crisis financieras como la actual vuelvan a repetirse.
El nuevo estatus del G20, un grupo que se creó a nivel
ministerial tras la crisis asiática de 1999, culmina un largo
proceso de demandas del pujante mundo en desarrollo que reclamaba un
organismo más representativo de la estructura económica mundial.
El Grupo de los Veinte -que engloba a los países del G8 más las
principales economías emergentes- es desde hoy el "principal foro
económico global".
La decisión deja al Grupo de los Ocho (EE.UU., Canadá, Japón,
Alemania, Reino Unido, Italia, Francia y Rusia), que hasta ahora
había sido el árbitro económico global, en un segundo plano.
Se espera que sus líderes sigan reuniéndose para debatir asuntos
importantes para la mayoría de las economías desarrolladas, como los
temas de seguridad internacional.
Esos encuentros, de todos modos, se producirían en el marco de
otros actos y no en las grandes cumbres que el grupo está
acostumbrado a convocar.
La decisión adoptada hoy confirma el creciente peso en la
economía mundial de economías emergentes como China, Brasil o India.
Dirigentes de países en desarrollo como la presidenta argentina,
Cristina Fernández, señalaron que lo más importante de este cónclave
es la "consolidación del G20 como un grupo económico".
"Muchos hablan de la necesidad de configurar un nuevo orden
mundial, pero yo creo que ya se está conformando", dijo la
mandataria, en referencia a la influencia creciente de los países
emergentes.
El G20 también se comprometió hoy a adoptar medidas para aumentar
la transparencia en los mercados de derivados, aumentar las reservas
de capital de los bancos y poner freno a las hasta ahora
exorbitantes compensaciones de los banqueros.
Los jefes de Estado y Gobierno reunidos en Pittsburgh están
decididos, en ese sentido, a acabar con los "excesos" en el sector
bancario, ante la constancia de que su "temeridad y ausencia de
responsabilidad" condujeron a la crisis.
La declaración adoptada hoy ataca los altos bonos de los
directivos bancarios que, recomiendan, deben ser fijados por
objetivos a largo plazo y vinculados al rendimiento de la entidad.
Sin embargo, no impone unos límites a estos bonos, como defendía
Francia, con la oposición de Estados Unidos.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, calificó hoy de "duras"
las regulaciones financieras adoptadas por el G20 y destacó que "los
que abusen del sistema tendrán que asumir la responsabilidad".
Insistió, además, en que la cumbre que finaliza hoy ha preparado
el terreno para una "prosperidad a largo plazo".
El jefe de la Casa Blanca apuntó que la salud de la economía
mundial era muy mala hace tan solo seis meses y destacó que las
"enérgicas y coordinadas" medidas adoptadas por el G20 evitaron la
destrucción de más trabajos y que la crisis fuera a peor.
Reconoció, de todos modos, que todavía queda mucho trabajo por
hacer en los meses venideros y que será necesario seguir
implementando medidas enérgicas para impulsar un "crecimiento
equilibrado y sostenido".
De ahí que el G20 se comprometiera hoy a mantener los paquetes de
estímulo hasta que la incipiente recuperación no esté afianzada.
El organismo respaldó hoy, por otro lado, la supresión de los
subsidios a los combustibles fósiles, que reciben cada año miles de
millones de dólares.
El G20 también apoyó que los países ricos transfieran "por lo
menos" un 5% de su voto en el FMI a las naciones en desarrollo y
pidió que la estructura de gobierno del Banco Mundial refleje el
cambiante peso político de los Estados y se traduzca en un
incremento del "al menos" 3% del poder de voto de los emergentes.
EFE
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