Pekín, 30 sep (EFE).- Los millonarios estadounidenses Warren
Buffett y Bill Gates calificaron hoy de "un gran éxito" el banquete
que celebraron anoche con grandes fortunas de China, y apuntaron a
que podrían repetir la experiencia próximamente en la India, otro
país donde quieren extender sus ideas filantrópicas.
En una abarrotada rueda de prensa celebrada hoy, que generó una
enorme expectación mediática en China, los dos millonarios se
mostraron optimistas por el futuro de la filantropía en el país
asiático, aunque reconocieron que se trata de algo muy nuevo para el
país, por lo novedosas que son también muchas de las grandes
fortunas nacionales.
"China es el segundo país del mundo en número de millonarios,
pero hace 30 años no había prácticamente ninguno", destacó Gates,
quien subrayó que él y Buffett se plantean en el futuro llevar a
cabo un acto de concienciación similar en la India.
La cena se celebró anoche en el Chateau Laffitte Hotel, una
réplica de un castillo francés situado a las afueras de Pekín, y a
ella asistieron 50 de los principales millonarios y filántropos
chinos.
Los nombres de los asistentes no se revelaron por expreso deseo
de éstos, aunque informaciones anteriores señalaron que entre ellos
figuraron, por ejemplo, el presidente de la firma inmobiliaria SOHO
China, Pan Shiyi, o el fundador del gigante lácteo Mengniu, Niu
Gensheng.
Además, se sabe que Buffett y Gates mantuvieron un encuentro con
el actor y estrella de las artes marciales Jet Li, uno de los más
conocidos filántropos de China, de quien elogiaron su papel pionero
en la rueda de prensa de hoy.
En ésta, los dos organizadores reconocieron que los millonarios
chinos todavía muestran ciertos recelos hacia la filantropía, pero
aseguraron que son cuestiones similares a las de EEUU: "Se preocupan
por el futuro de sus hijos, o temen que su nombre salga en los
periódicos", señaló Buffett.
"La clave está en que en China la riqueza es algo muy nuevo, por
lo que todavía no hay organizaciones benéficas muy desarrolladas",
señaló Gates al respecto.
En la conferencia, que atrajo a cientos de periodistas y fue una
de las más concurridas de este año en Pekín, ambos insistieron en
que en China hay "motivación" para llevar a cabo obras de caridad.
Sin embargo, añadieron, China se encuentra en un momento
histórico diferente al de EEUU, donde iniciaron su campaña "Giving
pledge" pidiendo a los millonarios estadounidenses que dieran gran
parte de su fortuna a la beneficencia y lograron que 40 de ellos se
comprometieran a donar el 50 por ciento de sus patrimonios.
"No hemos venido a presionar a nadie", destacó Buffett, una
promesa que ya habían hecho por escrito en los medios oficiales
chinos en semanas anteriores, después de que muchos millonarios del
país asiático mostraran recelo a acudir a la cena por temor a que en
ella se "pasara el platillo".
Buffett también subrayó que han preferido continuar su campaña en
China, y no por Europa, por el hecho de que en el Viejo Continente
la filantropía ya está muy evolucionada y es una tradición en las
grandes familias adineradas, mientras que en el gigante asiático la
mayoría de las fortunas son de "primera generación" y todavía no es
un hábito muy implantado.
China ha crecido a un rápido ritmo del 10 por ciento anual en las
últimas tres décadas, convirtiéndose en la segunda economía mundial,
pero al mismo tiempo se ha creado una gran desigualdad entre ricos y
pobres.
Mientras la renta "per cápita" del país no supera los 3.500
dólares anuales, la riqueza se concentra en unas pocas fortunas, así
como en instituciones que controlan el país desde hace 60 años, como
el Partido Comunista de China o el Ejército de Liberación Popular.
EFE
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