Washington, 19 nov (EFE).- El secretario del Tesoro de Estados
Unidos, Timothy Geithner, minimizó hoy el peligro de que el gran
volumen de liquidez inyectado por la Reserva Federal en la economía
alimente la inflación.
"El desempleo está muy alto y la inflación está muy baja, y está
de hecho ralentizándose, no acelerándose", dijo Geithner en una
comparecencia ante el Comité Económico Conjunto del Congreso.
La congresista demócrata Loretta Sánchez le había preguntado cómo
el Gobierno lidiaría con "la inflación inevitable" que acarreará, a
su juicio, la triplicación de la base monetaria en los últimos
cuatro años.
"Yo no pondría esa preocupación a la que usted se refiere entre
las más urgentes a las que se enfrenta el país", le respondió el
secretario.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) de Estados Unidos subió en
octubre un 0,3 por ciento, una décima más que lo previsto, informó
el miércoles el Gobierno.
Los analistas consideran que no existen alertas de tensiones
inflacionistas por ahora, dada la debilidad de la demanda privada y
el alto nivel de capacidad ociosa, lo que implica que las empresas
pueden aumentar la producción sin elevar los precios.
En 12 meses, los precios en Estados Unidos han caído un 0,2%,
después de que el incremento de octubre erosionara la deflación
acumulada a nivel interanual.
En su comparecencia, Geithner dijo esperar que el crecimiento
económico continúe en el cuarto trimestre de este año y en 2010,
tras el avance "sólido" a una tasa anualizada del 3,5 por ciento
registrado en el tercer trimestre.
El secretario dijo que el ritmo económico se acelerará, desde su
nivel "modesto" actual, pero que no habrá creación de empleo hasta
que el crecimiento "se amplíe y se extienda".
"Vamos a afrontar el riesgo de una recuperación más débil debido
a que la restricción del crédito podría dificultar la creación de
empleo", explicó Geithner.
Un 10,2 por ciento de la fuerza laboral estadounidense carece de
trabajo, una cifra muy alta para el país, pero los últimos datos
apuntan a una ralentización en la destrucción de empleo.
El promedio de solicitudes de subsidio desempleo en las últimas
cuatro semanas disminuyó en 6.500 y se situó en 514.000, el nivel
más bajo desde noviembre de 2008, anunció hoy el Departamento de
Trabajo.
En la audiencia, Geithner destacó que el sector de los bienes
raíces comerciales, como fábricas, tiendas o aparcamientos, aún está
en una posición "muy difícil".
Los promotores pidieron préstamos para llevar a cabo las obras y
ahora tienen que refinanciar esos créditos a unas condiciones "mucho
más duras", explicó el secretario.
Por ello, Geithner enfatizó que el Gobierno no puede concluir "de
forma prematura" su intervención en la economía, incluido el
programa de rescate financiero que funciona desde el año pasado con
un fondo de 700.000 millones de dólares.
"Nadie sería más feliz que yo de terminar el programa", dijo el
secretario, quien explicó que aún es necesario por la restricción
del crédito que afrontan las pequeñas empresas.
El fondo proporciona capital a bancos para que sigan prestando,
aunque también ha dado dinero a las compañías automotrices General
Motors y Chrysler.
Geithner dijo que diversas empresas han devuelto al departamento
del Tesoro 70.000 millones de dólares del capital invertido y que el
contribuyente ha logrado "una buena rentabilidad".
El secretario también instó al Congreso a aprobar rápidamente la
reforma financiera propuesta por el Gobierno.
"El sistema regulador que nos falló tan terriblemente en los años
previos a la crisis financiera es precisamente el régimen regulador
que tenemos hoy en día", dijo Geithner.
Actualmente, el Comité de Servicios Financieros de la Cámara Baja
ultima un proyecto de ley que da poder al Gobierno para intervenir y
desmantelar grandes entidades financieras antes de que quiebren,
mientras que el Comité de Banca del Senado debate su propia versión
de la reforma. EFE