Bruselas, 4 dic (EFE).- El presidente de General Motors en
Europa, Nick Reilly, ha indicado hoy que el plan de reestructuración
para Opel estará listo en dos o tres semanas.
A la salida de su reunión con los ministros de Industria de la
UE, el directivo de la multinacional estadounidense ha declarado que
la comunicación se producirá a finales de diciembre o principios de
enero.
Reilly no ha querido dar detalles sobre el destino de las plantas
de producción ni sobre recortes de personal y se ha limitado a
declarar a los medios: "No podemos continuar con más capacidad de
trabajo de la necesaria".
El responsable de GM ha añadido que había hablado con los
ministros de estrategia a largo plazo e innovación, pero que no les
había entregado el plan de futuro para Opel, para cuya finalización
la empresa necesita todavía "dos o tres semanas de trabajo".
Ha achacado los retrasos al período de vacaciones.
Previamente, la ministra sueca de Empresa y Energía, Maud
Olofsson, había expresado a la prensa la esperanza de los ministros
europeos de que Reilly adelantara hoy el plan de reestructuración de
las plantas europeas de la firma.
"Van a presentar sus planes para Europa y tendremos la
posibilidad de plantearles cuestiones. Creo que van a ser unas
explicaciones bastante detalladas; los ministros quieren saber",
aseguró Olofsson al llegar al Consejo de Competitividad de la Unión
Europea (UE).
Tras la discusión con Reilly, los ministros europeos celebran una
reunión entre ellos a puerta cerrada.
"Es importante mirar todo el cuadro del plan para Europa y
atenernos a las normas. No podemos aceptar cualquier cosa que nos
planteen. Y cuanto más unidos estemos en este sentido, mejor nos
irá. No vamos a permitir a GM que vaya a cada país a negociar ayudas
de Estado y hacernos competencia los unos a los otros", insistió la
ministra sueca que hoy preside la reunión de los Veintisiete.
En el encuentro, al que asiste por parte española el ministro
español Miguel Sebastián, participan también los comisarios de
Industria, Günter Verheugen, y de Competencia, Neelie Kroes.
Los ministros ya se reunieron con Reilly en Bruselas el 23 de
noviembre pasado, por invitación de la Comisión Europea, que quería
evitar que los países miembros compitieran entre ellos por mantener
las plantas de Opel en su territorio y se lanzaran a una carrera de
subvenciones.
Aquel día los responsables de Industria (entre los que no se
contaba Sebastián) quedaron en estudiar juntos el plan de
reestructuración de la empresa durante la reunión de hoy con el
objetivo de dar una respuesta coordinada.
De momento la dirección de General Motors no ha hecho públicos
los detalles concretos de su plan, más allá de algunas estimaciones:
baraja reducir un 20 por ciento la capacidad de producción europea
de Opel y recortar entre 9.000 y 10.000 empleos, de los 50.000 que
tiene en el continente.
La compañía también ha asegurado que necesita una inversión de
3.500 millones de euros (unos 5.250 millones de dólares) para que
las factorías europeas alcancen la rentabilidad en 2012, suma que
debería provenir en buena parte de las ayudas estatales que se
pacten.
En el caso de España, todo parece indicar que el plan de
reestructuración para la planta de Figueruelas (noreste), que da
trabajo a unas 7.500 personas, quedará prácticamente igual al
diseñado por Magna, que preveía unos 900 despidos y garantizaba el
futuro de las instalaciones zaragozanas durante diez años.
Así lo anunció el comité de empresa de la factoría el martes
pasado, tras reunirse con el vicepresidente de Manufacturas de GM
Europa, Reinald Hoben. EFE