Fráncfort (Alemania), 23 sep (EFE).- El consorcio automovilístico
estadounidense General Motors quiere mantener el control de Opel
tras su venta al consorcio austríaco canadiense Magna, afirmó el
jefe de GM, Fritz Henderson.
En declaraciones que hoy adelanta la revista especializada
alemana "Auto, Motor und Sport", Henderson reveló que GM aspira a la
mitad de los ocho altos cargos que tendrá la cúpula directiva del
"nuevo Opel".
GM pretende asimismo asumir la responsabilidad en las áreas de
desarrollo de nuevos modelos, venta y márketing.
"Para GM -sostuvo Henderson- es importante tener un control
sustancial en estas divisiones".
GM tendrá el 35 por ciento de Opel una vez se complete la venta
del constructor alemán a Magna, que junto con sus socios, el banco
ruso Sberbank, tendrá el 55 por ciento.
La plantilla de Opel se hará cargo del 10 por ciento restante,
según el acuerdo alcanzado por los protagonistas de la transacción,
pendiente aún de firma.
Henderson afirmó que Opel tendrá "las manos libres" para actuar,
lo que significa que si Opel decide utilizar las posibilidades de
desarrollo de Detroit deberá pagar el uso de licencias.
Precisó que GM mantendrá la tarifa por el uso de licencias a unos
niveles "bajos" durante un periodo de cinco años, lo que permitirá
un rápido despegue de Opel.
El objetivo, señaló, es que Opel arroje ya en 2011 números negros
y que pueda estar en condiciones de devolver los créditos en 2015.
"Para llegar a esa meta es necesario que Opel aplique recortes y
que cierre, al menos una planta", dijo Henderson.
Añadió que la planta belga de Amberes es "una opción", si bien
"no hay una decisión final a ese respecto".
Alrededor de 5.000 trabajadores se han manifestado hoy en Amberes
(norte de Bélgica) contra el posible cierre de esa planta, acto al
que acudieron en señal de solidaridad varios representantes
sindicales de la fábrica de Figueruelas (Zaragoza) y un millar de
trabajadores de Opel alemanes. EFE