Nicosia, 9 may (EFE).- El gobernador del banco central de Chipre, Panikos Dimitriadis, defendió hoy su continuidad en el puesto y su gestión de la institución a pesar de las críticas recibidas y del enfrentamiento que mantiene con el Gobierno del conservador Nikos Anastasiadis.
En una rueda de prensa en Nicosia, Dimitriadis calificó "de capitulo cerrado" los rumores sobre su eventual dimisión, que dijo están "fuera de toda cuestión".
Además, defendió su gestión diciendo que "la situación que actualmente estamos llamados a administrar no surgió en una noche".
"Es el resultado de una serie de errores y fallos, como por ejemplo el hecho que entre los años 2006 y 2011 el sistema bancario se haya doblado (en tamaño)", aseguró.
En este sentido, consideró como un éxito de su administración el que sólo uno de los bancos afectados por la crisis, el Popular o Laikí, vaya a ser liquidado.
Dimitriadis reconoció que la decisión del Eurogrupo del pasado 25 de marzo, que impondrá quitas a los titulares de cuentas con más de 100.000 en los dos principales bancos de Chipre, es "dolorosa" pero explicó que el 96 % de los depositarios chipriotas no se verán afectados.
"En el Banco de Chipre (uno de los dos afectados por la reestructuración) el 70 % del valor de los depósitos afectados pertenece a residentes extranjeros, y los hogares y las empresas chipriotas no se verán tan afectados como en principio se pensaba" indicó el gobernador.
Chipre, a cambio del rescate financiero de la troika por un valor de 10.000 millones de euros tuvo que liquidar su segundo mayor banco (Laiki) y reestructurar su mayor institución financiera (Banco de Chipre), y los depósitos de más de 100.000 euros en estas dos entidades sufrirán pérdidas de hasta el 80 % en el primer caso y de entre el 37,5 y el 60 % en el segundo.
Respecto a la iniciativa propuesta por el Gobierno chipriota de vender parte de las reservas de oro del Banco Central para financiar el rescate Dimitriadis dijo que "por el momento no hay una decisión final".
La última palabra en este tema la tiene el Banco Central aunque para ello debe solucionar primero la falta de quórum en su junta de administración.
En abril, tres miembros de la junta presentaron su dimisión al considerar que se les estaba ignorando en sus recomendaciones, lo que ha dejado a la dirección con un sólo miembro más el gobernador, un número insuficiente para garantizar el quórum requerido.
Los medios chipriotas consideran que esta dimisión en bloque fue parte de una jugada para forzar la dimisión del gobernador, que mantiene unas relaciones muy tensas con el Ejecutivo de Anastasiadis.
El mes pasado, el partido de Anastasiadis impulsó en el Parlamento el inicio de una investigación sobre el gobernador del Banco Central de Chipre, al que se acusa de haber ocultado información sobre la situación de los bancos, y se deberá decidir si de ello se derivan responsabilidades penales.
Este hecho ha molestado al Banco Central Europeo cuyo gobernador, Mario Draghi, en una carta enviada a Chipre manifestó su preocupación por el proceso iniciado en el Parlamento, que podría culminar en el despido de Dimitriadis.
"Como saben, la independencia de los bancos centrales es un pilar fundamental de las instituciones económicas de la Unión Europea", afirmó Draghi.
Además, recordó que la legislación europea sólo contempla dos casos en los que se puede hacer dimitir al gobernador de un banco central -que no se encuentre en condiciones de cumplir su cometido o que sea culpable de negligencias graves- y advirtió de que un proceso para forzar su salida de ese puesto "es un paso muy serio que sólo puede ser dado en caso de que haya serias alegaciones en su contra".EFE