Sao Paulo, 31 ene (EFE).- La constructora brasileña Camargo
Correa recibirá el apoyo del Gobierno para constituir un gigante de
la energía eléctrica que podría llegar a copar un tercio del mercado
en el país, según informa hoy la prensa nacional.
El Ejecutivo dio luz verde a los proyectos de la constructora de
hacerse con el control de participaciones estratégicas en varias
empresas del sector energético para formar un conglomerado con hasta
22 millones de clientes, según el diario Folha de Sao Paulo.
Camargo Correa ya ha puesto en marcha la operación para adquirir
las participaciones que en el grupo Neoenergia ostentan el estatal
Banco do Brasil y Previ (fondo de pensiones de los trabajadores del
mismo banco).
Esa operación se estima factible por cuanto el otro socio
principal de Neoenergía es la española Iberdrola, que los brasileños
ven muy afectada por la crisis en su país y estiman que no tendrá
disposición para adquirir las participaciones de la empresa que
interesan a la constructora.
Camargo Correa también podrá intentar tomar el control de las
eléctricas Eletropaulo y AES Sul, ambas integradas en el grupo
estadounidense AES Corporation, por medio de la adquisición de las
participaciones del Banco Nacional de Desarrollo (BNDES).
Esa es la parte más complicada de la operación ya que la ley
obliga a que las participaciones del BNDES sean adquiridas en
subasta y porque habría que llegar a un acuerdo con los
estadounidenses, que ahora mismo se estima que sí disponen de
capital.
De concretarse la dos operaciones, y sumando las acciones que
Camargo Correa ya tiene en CPFL Energía, adquiridas el año pasado,
la constructora vendría a constituir un nuevo gigante de la energía,
con un mercado que casi alcanza al de todos sus competidores juntos.
Además, sus 22 millones de clientes estarían mayoritariamente
concentrados en el sureste brasileño, la región más rica y poblada
del país, y en el depauperado noreste, considerada una de las zonas
con mayor potencial de crecimiento.
A pesar del apoyo de las autoridades gubernamentales, la
operación deberá ser examinada por los órganos brasileños de defensa
de la competencia.
El Gobierno presidido por Luiz Inácio Lula da Silva ya ha
estimulado la creación de grandes conglomerados por medio de líneas
de crédito, entre otros sectores, en telecomunicaciones o
alimentación. EFE