Brasilia, 20 sep (EFE).- El Gobierno brasileño subió su previsión
para el crecimiento económico este año desde el 6,5% calculado hace
tres meses hasta el 7,2%, según una evaluación del Presupuesto en
2010 que el Ministerio de Planificación le envió hoy al Congreso.
La revisión hacia arriba se produce dos semanas después de que el
propio Gobierno informara que la economía creció un 8,9% en el
primer semestre del año frente a los primeros seis meses de 2009, su
mayor expansión para el período en 14 años.
La nueva proyección oficial para el crecimiento del Producto
Interior Bruto (PIB) en 2010 está, sin embargo, por debajo del 7,47%
previsto por los economistas de las instituciones financieras, según
un sondeo divulgado este lunes por el Banco Central.
Igualmente es inferior al 7,3% de crecimiento previsto por el
Banco Central, que había actualizado su proyección varias semanas
antes.
El ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, ha dicho en las
últimas semanas que espera un crecimiento superior al 7%, índice que
sería el mejor en los últimos 24 años.
Según los datos oficiales divulgados a comienzos de mes, la
economía brasileña se desaceleró en el segundo trimestre, cuando
solo creció un 1,2% frente al primero.
El crecimiento del segundo trimestre, sin embargo, fue del 8,8%
frente al mismo período de 2009, y el de los doce meses terminados
en junio fue del 5,1%.
Según el "Informe de evaluación de ingresos y gastos del
presupuesto de 2010" que el Ministerio de Planificación envió hoy al
Congreso, el PIB nominal brasileño este año será de unos 3,534
billones de reales (unos 2,054 billones de dólares).
El ministerio también revisó su previsión para la inflación este
año, desde el 5,2% calculado hace tres meses hasta el 5,1% esperado
ahora, y su proyección para la tasa de cambio promedio, de 1,80
reales por dólar a 1,78 reales por dólar.
En el mismo informe, el ministerio indicó que desbloqueará
recursos por 1.720 millones de reales (unos 1.000 millones de
dólares) que habían sido retenidos para garantizar la meta fiscal y
que ahora podrán ser gastados por los ministerios afectados por el
recorte presupuestario. EFE