Macarena Vidal
Washington, 24 may (EFE).- El Gobierno de EE.UU. defendió hoy su
actuación contra el derrame de crudo en el Golfo de México, cuando
las encuestas apuntan a la pérdida de confianza entre los votantes
sobre el problema y la propia British Petroleum (BP) ha admitido la
"frustración" existente.
"Vamos a seguir encima de esto y seguir encima de BP -la empresa
responsable del derrame- hasta que se resuelva el problema y se
resuelva de la manera correcta", indicó hoy la secretaria de
Seguridad Nacional estadounidense, Janet Napolitano.
Napolitano formó parte hoy de una delegación oficial que
sobrevoló la zona afectada por el derrame, integrada también por el
secretario de Interior de EE.UU., Ken Salazar, y un grupo de
legisladores de ambos partidos.
En una rueda de prensa tras el sobrevuelo, la secretaria de
Seguridad Nacional indicó que "no será hasta que el pozo quede
sellado, esta área de océano se limpie y se paguen las
compensaciones debidas que se dará por cerrado este incidente".
Por su parte, Salazar subrayó que "éste es un desastre de BP, es
un desastre horrible y un desastre enorme para el medioambiente".
Washington, indicó el alto funcionario, seguirá supervisando muy
de cerca los esfuerzos de la compañía para cerrar el pozo, limpiar
la contaminación creada y pagar las compensaciones debidas.
El secretario del Interior, al frente de una investigación
encabezada por la Casa Blanca para determinar las causas del suceso
y las medidas a adoptar para impedir que se repita, aseguró que el
Gobierno se asegurará de que BP responde "por la vía civil y la vía
que sea necesaria".
No obstante, Salazar no quiso precisar si el Gobierno se plantea
presentar cargos penales contra BP.
El Gobierno intenta responder así a las acusaciones de que no ha
respondido de manera adecuada al problema.
En la misma rueda de prensa, el gobernador de Luisiana, el
republicano Bobby Jindal, denunció que los medios que han recibido
para combatir el vertido son aún insuficientes y pidió una acción
más rápida del Gobierno federal, en manos demócratas.
"No contamos con todos los recursos que necesitamos", indicó
Jindal, quien pidió "más barreras, más barcos, más personal" para
luchar contra la marea negra, que amenaza las marismas costeras, el
delicado ecosistema "y nuestro modo de vida".
Una encuesta elaborada para la cadena de televisión CNN indica
que el 53 por ciento de los ciudadanos estadounidenses cree que los
esfuerzos por detener el derrame de petróleo no tendrán éxito y tan
sólo el 37 por ciento cree que los funcionarios federales podrán
impedir otros vertidos en el futuro.
El 51 por ciento de los estadounidenses, según el sondeo,
desaprueban cómo el presidente de EE.UU., Barack Obama, ha
gestionado la situación.
Peor aún, sin embargo, es la opinión acerca de cómo la empresa
propietaria del pozo averiado, BP, ha atajado el problema: el 76 por
ciento cree que la compañía lo ha hecho mal.
En este sentido, el directivo de BP a cargo de la lucha contra el
vertido reconoció hoy la frustración que existe contra la petrolera
por su incapacidad para taponar el flujo.
"Sé que todo el mundo está frustrado. Creo que los habitantes de
la región están frustrados. Sé que nosotros lo estamos, sé que el
Gobierno también", indicó el director de operaciones de BP, Doug
Suttles, quien agregó que "es doloroso para todo el mundo que esto
esté durando tanto".
Suttles expresó su optimismo sobre la posibilidad de que tengan
éxito esta semana los intentos de taponar con cemento y arcilla
pesada la grieta del pozo de petróleo a 1.500 metros de profundidad,
en un proyecto que comenzará a ejecutarse finalmente el miércoles,
un día después de lo previsto inicialmente.
Ese mismo día podrá saberse si la maniobra ha tenido éxito,
indicó el alto ejecutivo, quien indicó en la cadena ABC que si
fallara, BP cuenta con planes alternativos.
Esta compañía se comprometió hoy a destinar 500 millones de
dólares para la investigación independiente sobre los efectos del
derrame en la vida marina del Golfo de México.
El derrame comenzó después de que una plataforma petrolera que
explotaba BP estallara por razones que se desconocen y se hundiera
en el mar, en un suceso que dejó desaparecidos a once trabajadores.
EFE
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