Berlín, 16 dic (EFE).- El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang
Schäuble, definió los planes de presupuesto del gobierno para 2010
como "un reflejo de la crisis financiera y económica que ha vivido
el mundo en el último año y medio".
"Estos planes de presupuesto son un reflejo de la crisis
financiera y económica que ha vivido el mundo durante el último año
medio y que nos ha afectado de una forma que no hubiéramos podido ni
siguiera imaginar antes de la crisis", dijo Schäuble al presentar
ante la prensa los planes aprobados hoy por el Consejo de Ministros.
El plan de presupuesto contempla un déficit de casi 86.000
millones de euros, mas del doble que el del año en curso y el más
grande de la historia de Alemania desde el fin de la II Guerra
Mundial.
"Asumir un déficit así es amargo, pero es necesario para hacer
frente a la crisis", dijo Schäuble.
El ministro recordó que en el plan financiero de medio plazo
aprobado en 2008, antes de que estallase la crisis, se contaba con
que en 2010 el déficit alemán fuera de 6.000 millones de euros.
Eso permite deducir, según el ministro, que cerca de 80.000
millones del déficit que se espera para 2010 se deben a los efectos
de la crisis e incluyen tanto una caída de la recaudación fiscal,
como los gastos necesarios para paliar los efectos de la recesión.
Entre esos gastos, se incluyen 23.000 millones de euros
destinados a la Agencia Federal de Empleo para financiar medidas
relacionadas con la crisis como, por ejemplo, los subsidios al
régimen de jornada reducida.
"El régimen de jornada reducida ha sido algo importante para
frenar el aumento del paro, pero es algo que cuesta dinero", subrayó
Schäuble.
Schäuble insistió en que el alto déficit es justificable y
necesario y, para responder a una pregunta de cómo puede explicarle
eso a una "ahorrativa ama de casa suava" -imagen acuñada por la
canciller Angela Merkel como ejemplo de lo que debe ser la política
financiera-, se refirió a su propia madre.
"Mi madre era el prototipo del ama de casa suava, pero también
era lo bastante mayor para acordarse de la gran depresión de los
años veinte y sabía que si los políticos de entonces hubieran
reaccionado como nosotros, tal vez nos hubiéramos ahorrado muchos
males", dijo Schäuble.
La decisión del gobierno de Merkel de enfrentar la crisis con
medidas anticíclicas ha sido justificada con frecuencia con la
referencia a los años 20 del siglo pasado, cuando el gobierno alemán
reaccionó con una política de consolidación presupuestaria, lo que
agravó la situación y terminó allanando el camino al
nacionalsocialismo.
Sin embargo, Schäuble advirtió de que en 2011 habrá que retomar
el camino de la consolidación presupuestaria, lo que requerirá
grandes esfuerzos para poder cumplir con las exigencias del Pacto de
Estabilidad y de la misma constitución alemana.
Schäuble admitió que los recursos habituales de la política
financiera no serán suficientes para lograr cumplir a partir de 2011
las exigencias de la consolidación y dejó entrever que vendrán duros
recortes en todos los sectores, aunque dijo que todavía no tenía
sentido entrar en detalles al respecto.
La constitución alemana obliga al gobierno a reducir el déficit
en 2016 a 10.000 millones de euros.
"Eso será algo difícil y no bastarán medidas cosméticas", dijo
Schäuble.
"Por eso, se necesitarán muchos esfuerzos para que la población
entienda la necesidad de la consolidación", agregó.
Además, Schäuble reiteró le necesidad de cumplir con el Pacto de
Estabilidad, que establece el 3 por ciento del PIB como tope para el
déficit en los países de la Eurozona.
"En este año es posible que cumplamos el criterio del 3 por
ciento, pero en años próximos estaremos en torno al 5 ó 6 por ciento
y a partir de 2011 habrá que empezar a reducirlo. La credibilidad
del euro es importante y Alemania tiene una responsabilidad
especial", dijo Schäuble.
El ministro rechazó en repetidas ocasiones responder a preguntas
sobre las medidas de consolidación que se deberán tomar a partir de
2011 y a ese respecto sólo descartó expresamente la posibilidad de
un aumento del IVA.EFE