París, 15 sep (EFE).- El Gobierno francés, por medio de su
ministro de Empleo, Xavier Darcos, intercedió hoy ante el presidente
de France Télécom, Didier Lombard, para intentar detener la oleada
de suicidios de empleados del operador de telecomunicaciones, que
suman 23 en el último año y medio.
Darcos, que recibió a Lombard en su Ministerio, le pidió que la
empresa tenga mejor en cuenta "la situación personal" de sus
asalariados en la organización de trabajo, a imagen de los acuerdos
que sobre esta cuestión de han firmado en compañías como la
eléctrica EDF o el fabricante automovilístico Renault.
El titular de Empleo señaló a la prensa que hace falta una
gestión de los recursos humanos "apropiada, que ofrezca a los
asalariados una visibilidad sobre su evolución profesional".
El presidente de France Télécom, que afirmó que lo más urgente es
"controlar el fenómeno del contagio" de los suicidios, anunció la
creación de un servicio de atención telefónica con psicólogos
exteriores a la compañía y que abordará "sin ningún tabú" desde el
viernes una negociación con los sindicatos sobre el estrés.
Para romper con "el movimiento de espiral infernal" de los
suicidios, Lombard dijo que se suspenden hasta el próximo 31 de
octubre todos los cambios de puesto de sus trabajadores, que han
podido aparecer como desencadenantes en la decisión de algunos
empleados de quitarse la vida.
La larga sucesión de suicidios en el operador -en el que el
Estado conserva un 27% del capital- estuvo a punto de tener un nuevo
capítulo ayer, cuando un responsable de una agencia de Metz fue
encontrado inanimado por otros colegas después de haber ingerido un
cóctel de barbitúricos.
Según los primeros elementos, su gesto pudo tener que ver con la
noticia que había recibido de que su misión había terminado y que
tendría que trabajar en otro lugar.
De esta forma, el último empleado de France Télécom que se quitó
la vida fue una mujer de 32 años, que el pasado viernes se lanzó al
vacío desde la ventana de su despacho en París.
En el caso de esta mujer, que llevaba diez años en la empresa y
se ocupaba del cobro de deudas de empresas de Orange (marca
comercial del grupo), también se le había dicho que había de cambiar
de puesto de trabajo. EFE