México, 24 jun (EFE).- El presidente de México, Felipe Calderón,
anunció hoy un programa para impulsar la compra de automóviles
nuevos en el país, por medio del cual el Gobierno asumirá durante un
año y medio el impuesto que los ciudadanos pagan anualmente por el
derecho de tener un vehículo.
La medida se pondrá en marcha apenas el decreto sea publicado en
el Diario Oficial de la Federación (DOF) y hasta finales de 2011,
cuando el impuesto de "tenencia" sea eliminado definitivamente, y
sólo aplicará para vehículos nuevos de hasta 250.000 pesos (20.000
dólares) adquiridos por personas físicas.
En un mensaje a los medios de comunicación en la Residencia
Oficial de los Pinos, el gobernante indicó que por su "fuerte
vinculación al sector externo, la industria automotriz "ha sido una
de las más afectadas por las crisis económica internacional el año
pasado", por lo que es "apremiante apoyar a este sector".
El mandatario recordó que "muchas familias mexicanas tienen a uno
de sus integrantes trabajando en este importante motor" de la
economía de México, que representa el 20% del PIB manufacturero del
país, ofrece el 11% de los empleos en ese sector y es uno de los
principales receptores de inversión extranjera directa.
En efecto, entre 2003 y 2008 la industria de la automoción captó
recursos por más de 10.000 millones de dólares, aseveró Calderón,
pero en 2009 las ventas de autos nuevos cayeron 27% en el país.
Según la medida anunciada por Calderón, cuando un ciudadano
adquiera un automóvil en el país el concesionario y no el comprador
será quien pague el Impuesto de Tenencia, un gravamen anual que se
cobra por el derecho a tener un vehículo.
Después, el vendedor podrá deducir totalmente el pago de la
tenencia de su impuesto sobre la renta (ISR), con lo que
técnicamente el Gobierno asume ese gravamen por los ciudadanos.
Tradicionalmente el impuesto de la tenencia, que es de carácter
federal, ha sido recaudado por los gobiernos locales de los 32
estados de México, lo que para muchos constituye una importante
fuente de ingresos fiscales.
En este sentido, Calderón manifestó en su mensaje que "no habrá
afectación alguna" para los estados ya que "en todos los casos
recibirán la totalidad del impuesto que les corresponde".
El 31 de diciembre de 2011 "quedará derogado definitivamente el
impuesto federal de la tenencia" por el uso de automóviles, destacó.
Sin embargo, el presidente recordó que los estados mexicanos
tienen la libertad para imponer sus propios gravámenes si así lo
desean.
"Algunas entidades ya han legislado su propia tenencia", recordó.
El político detalló que las empresas que compren vehículos de
hasta 250.000 pesos (20.000 dólares) podrán deducir también el pago
de la tenencia "a través de estímulos fiscales que dispondrá la
Secretaría de Hacienda".
El Ejecutivo también pondrá en marcha un plan de garantías para
impulsar el crédito bancario para la adquisición de automóviles, ya
que en México menos del 50% de los vehículos se compran con apoyo
financiero.
Al respecto, el gobierno ofrecerá garantías crediticias a través
de la estatal Nacional Financiera (Nafinsa) a los brazos financieros
de los fabricantes de automóviles y a los bancos, siempre que éstos
hayan aumentado en el último año la colocación de créditos
automotrices en un 5%.
La idea es "detonar nuevos créditos por 2.500 millones de pesos"
(200 millones de dólares) que serán usados en los próximos seis
meses, concluyó Calderón. EFE
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