Caracas, 4 jun (EFE).- El Gobierno venezolano tiene como objetivo
controlar las "actividades de procesamiento y transporte" de los
alimentos en el país, afirmó hoy el ministro de Energía y presidente
de la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), Rafael Ramírez.
"Llegará el momento donde la 'revolución' tenga el control de las
actividades fundamentales para el procesamiento de alimentos (...)
del transporte (...) para que no se tenga de por medio el interés
capitalista, la ganancia, la corrupción, el interés egoísta del
privado", declaró Ramírez en un acto oficial.
Ante trabajadores de la estatal Productora y Distribuidora
Venezolana de Alimentos (PDVAL), que depende de la petrolera PDVSA,
el ministro aseveró que "todavía la oligarquía" controla "buena
parte de las actividades" productivas del país y con ello "bloquea"
el accionar del Ejecutivo, según explicó.
"Por eso la orientación del comandante (presidente venezolano,
Hugo) Chávez de nacionalizar los sectores estratégicos, ¡es una
necesidad!", aseveró el ministro.
El Gobierno socialista de Chávez ha nacionalizado en los últimos
años empresas de áreas "estratégicas" como telecomunicaciones,
electricidad, petróleo, cemento, siderúrgica, banca y alimentos.
Ramírez habló hoy de la "hegemonía" estatal en el sector
alimentario en momentos en que Chávez ha arreciado sus amenazas de
expropiar a la gigante Empresas Polar, la principal procesadora y
distribuidora de alimentos del país, a la que acusa, junto a otros
empresarios y comerciantes, de supuestamente generar la escasez de
productos básicos.
"Estás bien equivocado", le advirtió Chávez el pasado miércoles
al presidente de Polar, Lorenzo Mendoza, "si crees que yo no me
atrevo a nacionalizar" la empresa, de capital venezolano y con 70
años de operaciones en el país.
Empresas Polar cuenta con 30 plantas industriales y más de
150.000 puntos de ventas, y genera unos 30.000 empleos directos y
180.000 indirectos, según sus propios datos.
En los dos últimos meses, el Gobierno expropió a Polar unos
galpones industriales en el oriente del país y le decomisó 114.000
toneladas de alimentos.
La empresa ha calificado esos procedimientos de "ilegales" e
"injustos" y ha sostenido que trabaja a su máxima capacidad de
producción para satisfacer la demanda local.
Chávez también acusa al sector privado en general de llevar
adelante una "conspiración" para derrocarlo, lo que niegan los
gremios empresarial y comercial, que exigen un "cambio" en la
política económica y el cese de las "amenazas" a la propiedad
privada.
Las afirmaciones de Ramírez sobre el objetivo oficial de obtener
el control del sector alimentos también coinciden con el escándalo
por el reciente hallazgo de al menos 36.000 toneladas de alimentos
putrefactos importados por el Gobierno.
"Nos están atacando en este momento, encontramos situaciones en
el funcionamiento de nuestra querida PDVAL y las vamos a asumir",
afirmó el ministro de Energía, en referencia al caso.
Por el hallazgo de esos alimentos, que se habrían descompuesto
por haber permanecido más de un año almacenados en un puerto del
oriente venezolano, fue detenido este martes Luis Pulido, ex
presidente de PDVAL.
En un acto oficial ayer, Chávez reiteró que no busca justificar
ni minimizar ese "grave" hecho, pero resaltó que la cantidad de
alimentos que se pudrieron "no representa ni el 1 por ciento del
gigantesco caudal de alimentos que ahora le llega al pueblo gracias"
a las empresas estatales.
Por su parte, la oposición ha dicho que el caso de los alimentos
descompuestos serían una prueba de la supuesta corrupción e
ineficiencia del Gobierno "revolucionario".
"Hay mafias que se enriquecen a costa del hambre del pueblo por
la escasez de productos", denunció esta semana el gobernador del
estado de Carabobo, el oposito Henrique Salas Feo, y exhortó al
Gobierno a revisar la actuación de sus "ministros y algunos" altos
mandos militares que custodian los puertos del país. EFE