Buenos Aires, 30 ene (EFE).- La decisión del Gobierno argentino
de no aceptar la inesperada renuncia de Martín Redrado a la
presidencia del Banco Central, tras un intenso y prolongado
conflicto, desató una nueva polémica entre el oficialismo y la
oposición.
Después de haber resistido en el cargo durante tres semanas, a
pesar de los continuos ataques del Ejecutivo por negarse a habilitar
el uso de reservas monetarias para el pago de deudas soberanas,
Redrado renunció anoche en conferencia de prensa, sin esperar a que
la comisión bicameral que estudia la remoción eleve su dictamen, lo
que está previsto para el martes.
El Gobierno de Cristina Fernández insiste en no aceptar la
renuncia de Redrado y va a esperar a que la comisión se pronuncie.
"No podemos ni debemos aceptar la renuncia", aseguró hoy en
declaraciones a Radio 10 el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández,
después de haber afirmado anoche que para ellos "la renuncia no
existe. Debería haberla presentado antes y no después de haber
sometido a los argentinos a este sainete, a este mamarracho".
"Redrado no le puede tomar el pelo al Congreso Nacional después
de dos días de exponer en la comisión bicameral", apuntó hoy en
declaraciones a la agencia estatal Télam el presidente del bloque de
diputados del oficialismo, Agustín Rossi.
Para la opositora Margarita Stolbizer, jefa del bloque de
diputados nacionales del GEN (Generación para un Encuentro
Nacional), esta situación es como un "divorcio escandaloso" que
implica hacer pasar al país por "un papelón inexplicable", opinó hoy
en declaraciones a Radio Mitre.
"Esto puede marcar una forma de Gobierno para los próximos dos
años, van a querer gobernar con decretos de necesidad y urgencia con
un cámara que se los reglamente. Hay que ser muy cuidadoso porque
esta gente quiere atropellar contra todo lo institucional",
advirtió.
El diputado Gustavo Ferrari, del opositor Peronismo Federal,
también afirmó hoy que después de que "el país estuvo sumido en un
conflicto que lleva casi dos meses, sería interesante para todos
conocer cuál es la opinión (de la comisión) de acuerdo a los
testimonios que tomaron y el descargo oficial de Redrado".
"Si no, queda la sensación de que estuvimos discutiendo sobre un
tema que al fin terminó con una renuncia", agregó.
El titular del principal partido de la oposición, la Unión Cívica
Radical, el senador Ernesto Sanz, calificó de "chiquilinada" que el
Ejecutivo se niegue a aceptar la dimisión de Redrado.
La diputada Elisa Carrió, titular de la Coalición Cívica, apoyó
las declaraciones de Redrado, que al renunciar explicó que se ha
llegado a esta situación de tensión "por el permanente
avasallamiento de las instituciones que hace el Gobierno".
"Efectivamente, hubo un atropello institucional sin precedentes",
aseguró Carrió.
Por su parte, el ministro argentino de Economía, Amado Boudou,
manifestó que a partir de la renuncia "van a volver a subir los
bonos, vamos a seguir acumulando reservas", por lo que van a seguir
trabajando y "Martín Redrado que siga haciendo teatro", criticó.
Boudou hizo también hincapié en la importancia de que la comisión
bicameral se expida "porque se va a demostrar el mal desempeño y el
incumplimiento de los deberes de funcionario público de Redrado".
El conflicto se desató cuando Cristina Fernández destituyó a
Redrado el pasado 7 de enero por decreto sin previa consulta a la
comisión parlamentaria, como exige la Carta Orgánica del Banco
Central.
La razón de la destitución fue la negativa de Redrado a permitir
el uso de 6.569 millones de dólares provenientes de reservas
monetarias para la constitución del denominado Fondo del
Bicentenario, destinado al pago de deudas soberanas y creado por
decreto presidencial a mediados de diciembre.
Ante la crisis desatada, que derivó en una maraña judicial, la
mandataria decidió la pasada semana pedir el consejo no vinculante
sobre la destitución a una comisión integrada por el diputado
oficialista Gustavo Marconato, por Alfonso Prat Gay, de la opositora
Coalición Cívica, y por el titular del Senado y vicepresidente
argentino, Julio Cobos, enemistado con el Gobierno desde 2008.
Después de escuchar las posiciones de Boudou, del hasta este
miércoles procurador del Tesoro, Osvaldo Guglielmino; del presidente
provisional del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, y del propio
Redrado, la comisión anunció ayer que esperaba poder elevar su
dictamen el próximo martes. EFE