Luxemburgo, 20 oct (EFE).- Los ministros de Finanzas de la Unión
Europea (UE) se han comprometido hoy a comenzar en 2011, "como muy
tarde", una reducción "ambiciosa" de los déficit y deuda públicos
acumulados como consecuencia de la crisis financiera y económica.
Los Veintisiete han aprobado una serie de principios sobre la
llamada "estrategia de salida" en el ámbito presupuestario en la que
prevén la obligación de reducir el déficit estructural a un ritmo
anual "netamente superior" al 0,5 por ciento del PIB previsto por la
reglamentación actual.
La estrategia también anuncia "importantes disposiciones"
encaminadas a reforzar la credibilidad del saneamiento
presupuestario y "medidas destinadas a apoyar la viabilidad a largo
plazo de las finanzas públicas", según una declaración escrita
aprobada hoy por el Consejo Ecofín (Economía y Finanzas).
Asimismo, los ministros se han comprometido a "intensificar" los
esfuerzos en materia de reformas estructurales, "a fin de
incrementar la productividad y favorecer la inversión a largo
plazo".
La UE se prepara en consecuencia para un endurecimiento del
ajuste obligatorio de los déficit en cuanto se supere la grave
crisis económica actual.
Hasta ahora, cuando un país había de corregir su déficit
excesivo, Bruselas le imponía un ritmo mínimo de reducción de su
déficit estructural del 0,5% del PIB anual, pero los Veintisiete
estiman que la consolidación deberá ser más "ambiciosa" en la mayor
parte de los Estados miembros.
Veinte de los veintisiete miembros de la UE, entre ellos España,
han entrado ya, según la Comisión Europea, en situación de déficit
público excesivo, es decir, los números rojos superan el límite
máximo autorizado del 3% del PIB.
Los que estarán en 2010 en peor posición en cuanto al déficit
serán, según la CE, Irlanda (-15,6%), Reino Unido (-13,8%), Letonia
(-13,6%) y España (-9,8%).
Anoche, en una reunión previa de los ministros de la zona del
euro, el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet,
llegó a considerar necesario un ritmo de reducción estructural
superior al 1% y que los ajustes no esperen a 2011 en la mayoría de
los casos.
Trichet dejó claro que el BCE exigirá "el cumplimiento estricto"
de las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento sobre
disciplina presupuestaria, sin hacer distinciones entre países
grandes y pequeños.
Por su parte, el comisario europeo de Asuntos Económicos y
Monetarios, Joaquín Almunia, confirmó que la CE presentará el 3 de
noviembre sus previsiones macroeconómicas de otoño en las que
incluirá, por primera vez, un pronóstico de crecimiento para 2011.
Esos datos serán clave para valorar si la recuperación económica
se sostiene y los gobiernos pueden, en consecuencia, comenzar a
retirar el sustancial apoyo que están proporcionando a la economía y
a las instituciones financieras.
Se calcula en un 5% del PIB de la Unión el volumen de las medidas
nacionales y comunitarias acordadas para estimular el crecimiento y
el empleo, y rescatar a los bancos en dificultades.
Los ministros de Finanzas europeos consideran que ya hay signos
de recuperación, porque la actividad económica "ha dejado de bajar
fuertemente, los mercados financieros se estabilizan y la confianza
renace".
Pero la reactivación continúa siendo "frágil", advierte el
Ecofín, por lo que "no es el momento todavía de retirar los planes
de estímulo".
Que la fecha de referencia para el comienzo de la reducción del
déficit sea 2011 no significa que algunos países no se vayan a ver
"obligados" a empezar antes la consolidación, avisó el comisario
Almunia.
El 11 de noviembre la Comisión evaluará si los países sujetos a
recomendaciones por déficit excesivos, entre ellos España, están o
no cumpliendo ya en sus presupuestos las sugerencias de Bruselas.
"Algunos van a recibir recomendaciones para que consoliden sus
finanzas públicas ya en 2010", avisó el comisario. EFE
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