Washington, 7 abr (EFE).- El ex presidente de la Reserva Federal
Alan Greenspan dijo hoy ante una comisión del Congreso de EE.UU. que
la especulación con hipotecas de alto riesgo, causa principal de la
crisis financiera global, fue estimulada por las agencias
hipotecarias semipúblicas.
En un testimonio ante una comisión creada por el Congreso de
EE.UU. para estudiar la fuerte crisis del sistema financiero en
2008, Greenspan mencionó a las agencias hipotecarias Fannie Mae y
Freddy Mac como patrocinadoras de la crisis.
Estas dos gigantes hipotecarias, que han dominado durante años el
mercado inmobiliario de EE.UU., se encuentran bajo el control del
Estado desde que estalló la crisis hipotecaria, aunque ya antes
funcionaban bajo el paraguas del Gobierno.
En su relato de los factores que desataron la crisis, Greenspan
mencionó, como un primer componente, "la enorme conversión de
hipotecas de alto riesgo en títulos de especulación financiera desde
2003".
El segundo ingrediente, también según Greenspan, fue la
intervención de las dos agencias hipotecarias paraestatales que
estimuló el otorgamiento de préstamos de alto riesgo que,
convertidos luego en paquetes de inversión, circularon en los
mercados financieros globales.
El antiguo presidente de la Fed, considerado uno de los grandes
"gurús" de la economía, advirtió a los congresistas de que las
autoridades reguladoras no pueden evitar que suceda otra crisis,
aunque sí limitar su impacto.
De hecho, dijo, la reciente crisis financiera ha puesto en
evidencia las limitaciones de los Gobiernos para vigilar el
funcionamiento de los mercados.
"Los reguladores no pueden usar con éxito su púlpito para
controlar los precios de los activos, y no pueden dirigir su
política reguladora y supervisora en función de los movimientos de
los precios. Ni tampoco pueden eliminar totalmente la posibilidad de
crisis futuras", apuntó.
Sin embargo, Greenpsan digo que una manera de mitigar los riesgos
de una crisis y proteger el sistema es exigir a los bancos mayores
requerimientos de capital y provisiones, y someter a un mayor
control a las empresas que son demasiado grandes para quebrar. EFE