Seúl, 26 feb (EFE).- Corea del Sur llama a Incheon "la ciudad de
los sueños" y en sus marismas quiere inaugurar en 2014 una capital
financiera tres veces mayor que la isla de Manhattan, aunque todavía
sigue a la caza de inversión extranjera.
El proyecto surcoreano de convertir la gris ciudad portuaria de
Incheon, a las afueras de Seúl, en uno de los diez primeros centros
financieros mundiales nació en 2003 y comenzó a tomar forma hace
cinco años, pero sus rascacielos aún no pasan en su mayoría de
planos.
La "Incheon Free Economic Zone" (IFEZ) es una iniciativa del
Ministerio surcoreano de Finanzas, que intenta atraer el capital
necesario para convertir esta ciudad de dos millones de habitantes y
bajo desarrollo en un centro de negocios a la altura de Singapur o
Hong Kong, con una extensión de 209 kilómetros cuadrados.
El despliegue de proyecciones y números realizado por los
responsables del proyecto incluye el establecimiento de 300 sedes de
compañías multinacionales como General Motors-Daewoo, decenas de
organismos internacionales como agencias de la ONU y varias
universidades.
La inversión inicial es de 13.500 millones de euros, que se
dedicarían a transformar por completo los alrededores de Incheon,
actualmente una ciudad a la sombra de Seúl con un gran déficit de
infraestructuras.
Sus responsables esperan que parte de esa suma provenga de la
iniciativa privada, atraída a través de un régimen fiscal más
favorable y la localización estratégica de la ciudad, a pocos
kilómetros del aeropuerto internacional de Seúl.
"Incheon Free Economic Zone" divide el proyecto en tres zonas con
diferentes cometidos: Songdo, la ciudad financiera; Yeongjong, el
complejo industrial, y Cheongra, área de compras y ocio. Un plan que
califican de "una utopía global de alta tecnología".
El complejo de Songdo, situado en una marisma a las afueras de
Incheon, es el que más rápido está tomando forma, gracias al empuje
de Gale International, un promotor estadounidense que califica su
apuesta como "el mayor proyecto inmobiliario del mundo".
El plan es que en ese área, de 53 kilómetros cuadrados, residan y
trabajen desde 2014 unas 365.000 personas.
La clave, según dijo a Efe el periodista Myeong Soon-young, será
"conseguir atraer a extranjeros": estudiantes, empleados y turistas
que vean en Songdo una base de operaciones apoyada en el moderno
aeropuerto internacional de Incheon, premiado internacionalmente, y
zonas de ocio todavía sobre los planos.
La autoridad de la IFEZ, con su presidente, Lee Heon-seok, a la
cabeza, asegura que el punto fuerte del proyecto es su situación,
los bajos impuestos y una leyes laborales menos estrictas que en el
resto de Corea del Sur.
Los bancos surcoreanos se ofrecen como fuente de financiación,
mientras las grandes constructoras nacionales, como Posco
Engineering, intentarán cerrar el triángulo con multinacionales
extranjeras para crear, entre otros, un centro comercial valorado en
un millón de dólares o un campo de golf rodeado de rascacielos.
De momento sólo se ven grúas en esta ciudad, que como gran parte
de Corea del Sur se queda prácticamente paralizada en invierno a
causa de las bajas temperaturas.
Algunos posibles inversores aún no tienen claro el régimen fiscal
y los beneficios que reportaría abrir nuevas instalaciones en la
ciudad surcoreana, rodeada ya de grandes centros financieros como
Tokio, Shanghai, Hong Kong o Singapur.
Como dice en su web una de las universidades estadounidenses que
podría instalarse en Incheon, la Stony Brook University, la decisión
de trasladarse a la ciudad surcoreana para crear un nuevo campus
depende todavía de los incentivos fiscales que recibirá.
Por ahora Incheon sigue siendo un símbolo de los grandes
proyectos que intenta desarrollar un país que, fuera de su capital,
aún sigue teniendo grandes desequilibrios de crecimiento.
Corea del Sur, cuarta economía de Asia, quiere consolidar su
crecimiento, previsto en más del 3 por ciento para 2010, con la
atracción de inversión extranjera directa, una de las asignaturas
pendientes del país. EFE
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