Washington, 13 ene (EFE).- Las comunidades indígenas de la
Amazonía ecuatoriana que reclaman a Chevron una indemnización de
27.000 millones de dólares por supuestos daños ambientales piden, a
través de una campaña anunciada hoy, que el nuevo presidente de la
petrolera estadounidense, John Watson, atienda sus peticiones.
Amazon Watch anunció hoy el lanzamiento de una campaña en la que
miembros de estas comunidades piden directamente a John Watson que,
como nuevo consejero delegado y presidente de la compañía, adopte un
nuevo enfoque sobre el caso que lleva 17 años en los tribunales.
En el vídeo, los indígenas vinculan las operaciones de la
compañía al incremento de casos de cáncer entre sus pobladores e
invitan a Watson a visitar Ecuador para conocer el "legado tóxico"
de la compañía petrolera.
"Watson ha heredado el timón de una empresa cuya imagen y
reputación ha tenido un gran impacto, por no hablar del susto de los
inversores ante una sentencia potencial de 27.000 millones dólares"
dijo Mitch Anderson, de Amazon Watch.
Según Anderson las comunidades en el Ecuador "esperan que tenga
el valor moral para mostrar liderazgo empresarial y poner fin a la
sufrimiento de miles de personas".
La ONG acusa a Chevron de haber llevado una campaña de relaciones
públicas para eludir su responsabilidad y según un comunicado espera
que Watson "no desperdiciará esta oportunidad para llevar a la
compañía en una nueva dirección" .
"No queremos seguir muriendo de cáncer", dice en el vídeo
Emergildo Criollo, líder de la tribu Cofán, que según cuenta ha
perdido dos hijos que contrajeron enfermedades mortales después de
entrar en contacto con el agua contaminada con residuos tóxicos
vertidos en el Amazonas por Texaco (que fue comprada por Chevron en
2001).
Otros miembros de la comunidad piden a Watson que haga "lo que
sea" para limpiar las zonas afectadas por su empresa y recuperar la
salubridad de las aguas, del campo donde cultivan y reparar las
enfermedades que, según denuncian, se han producido en la última
década.
Las comunidades también enviaron una carta a Watson en la que le
piden que Chevron limpie ese "legado tóxico" que asumió al comprar
Texaco, compensar a los indígenas por el impacto ambiental de sus
fuentes de recursos naturales y proporcionar a las personas enfermas
acceso a servicios de salud y agua potable.
En sus peticiones, también incluyen que la compañía desarrolle
una política de derechos humanos que evite tragedias similares en el
futuro y que adopte estrategias eficientes para proporcionar energía
limpia.
La petrolera ha defendido que cuando Texaco dejó de operar en
1992 en la región invirtió 40 millones de dólares para limpiar las
piscinas de petróleo en la zona en la que operó la compañía y
recibió el certificado de aprobación del Gobierno ecuatoriano. EFE