Montevideo, 31 may (EFE).- Los ingresos hospitalarios por infarto
de miocardio disminuyeron un 17 por ciento en Uruguay desde que en
2006 quedó prohibido en todo el país fumar en lugares públicos,
informó hoy el director del Programa Nacional por el Control del
Tabaco, Washington Abascal.
La disminución de ingresos hospitalarios por infartos, que tienen
una de sus causas principales en el tabaquismo, se traduce en que
cada año hay 400 infartos menos de este tipo en Uruguay, agregó
Abascal durante un acto de conmemoración por el Día Mundial Sin
Tabaco.
En 2006, Uruguay se convirtió en el primer país latinoamericano
libre de humo, gracias a una medida impulsada por el anterior
presidente Tabaré Vázquez, oncólogo de profesión que se convirtió en
un adalid de la lucha contra el tabaco y el cáncer de pulmón.
En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, en el que este año la
Organización Mundial de la Salud (OMS) busca poner de relieve los
efectos nocivos de la promoción del tabaco dirigida a las mujeres y
las niñas, el director del programa nacional contra el tabaquismo
explicó que las nuevas políticas irán "focalizadas" a la incidencia
de esta "epidemia" en "los jóvenes, las mujeres y los pobres".
Las últimas investigaciones apuntaron a que en Uruguay "las
mujeres de clase más pobre son las que más fuman", una situación
que, según la responsable del eje de género del Ministerio de Salud
Pública, Cristina Grela, deberá "estudiarse en profundidad".
"Tendremos que averiguar por qué el cigarro tiene la presencia
que tiene, qué significa tener un cigarro en la mano para la
autoestima o para la definición de estatus de estas mujeres", apuntó
Grela.
Por su parte, el representante de la Organización Panamericana de
la Salud (OPS-OMS) en Uruguay, Eduardo Levcovitz, indicó que si bien
el país ya se ha servido con éxito de "todos los instrumentos" en
materia de legislación represiva contra el tabaco, ahora deberá
"innovar" su política con la incorporación, entre otras cosas, de la
"perspectiva de género".
El sector de los jóvenes deberá ser otra de las prioridades de
esta "segunda generación de políticas públicas" que, según
Levcovitz, serán más difíciles de implantar que las primeras,
instauradas por el Gobierno de Vázquez.
Las medidas adoptadas por el anterior Gobierno (2005-2010), que
incluyeron la subida de precios de los cigarrillos y la prohibición
de publicidad de tabaco, le valieron a Uruguay ser reconocido por la
OMS como el país con el mayor grado de acatamiento y compromiso con
lo dispuesto en el Convenio Marco de la Lucha Antitabaco de la
organización, destacó el representante.
El secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Milton
Romani, adelantó que, según una encuesta, el consumo de marihuana y
cocaína entre los jóvenes de entre 13 y 17 años también ha
disminuido "sustancialmente", un descenso que el funcionario asoció
con la caída del consumo de tabaco.
Romani justificó esta relación en el "hecho empíricamente
demostrado" de que "el fumador tiene cinco veces más probabilidades
de pasarse al consumo de otro tipo de sustancias". EFE
sgm/amr/nth