Buenos Aires, 27 jul (EFE).- El Gobierno de la provincia
argentina de La Rioja (noroeste) investigará una supuesta red que
vendía fraudulentamente tierras fiscales tras desvelarse el caso de
un rabino estadounidense que trató de comprar más de 200.000
hectáreas que incluían un pueblo, informa hoy la prensa local.
El gobierno riojano tiene previsto revisar la posesión de 2,5
millones de hectáreas de tierras fiscales, un tercio de la
provincia, para esclarecer la posible intervención de funcionarios
judiciales en la venta fraudulenta de terrenos públicos, indicaron
fuentes oficiales al diario bonaerense Página/12.
La investigación se inició después de que el rabino
estadounidense Yosef Jaim Libersohn denunciara que le habían exigido
un soborno para comprar en 2008 por unos 650.000 dólares más de
200.000 hectáreas de tierras públicas, que incluían una reserva de
agua dulce y todo el pueblo de Valle Hermoso.
El gobierno riojano desautorizó en junio pasado la venta de los
terrenos por incluir un pueblo, que además es cercano a la frontera
con Chile, una decisión que Libersohn recurrió ante la Justicia de
Nueva York.
El rabino estadounidense envió además un escrito denunciado su
caso ante el Banco Interamericano de Desarrollo para que paralice
los créditos que otorga a esta provincia argentina.
Libersohn asegura que el Secretario de Tierras de la provincia,
Ariel Puy Soria, le exigió un soborno para obtener los terrenos,
unos hechos que el funcionario niega.
Puy Soria señaló a Página/12, que el objetivo de la compra del
estadounidense era "apoderarse de una de las dos reservas de agua
dulce que tiene la provincia".
Según otras fuentes del gobierno provincial, Libersohn contó con
la colaboración de un estudio de abogados que falsificó las
informaciones posesorias de los terrenos para lograr su venta, que
finalmente no se concretó.
El Gobierno de La Rioja está estudiando otros casos de ventas
fraudulentas de tierras fiscales y llevará a la Justicia la
investigación de esta supuesta red corrupta compuesta por abogados y
funcionarios. EFE